Ponemos un poquito de música al
comenzar, para leer este artículo, hay música siempre, pero no te pierdes todo
lo que va en medio hasta el final. Esta es una cancioncita simpática que nos
habla de “Los secretos de la Lavanda”, aquí hay algunos, yo voy a contar otros.
Ponemos una sonrisa en nuestros labios, embellece nuestro rostro y alegra
nuestro corazón, ritmo para el cuerpo y el alma, y ¡buena lectura!
¿Te gusta la flor de la lavanda? ¿No
la conoces? ¡Te invito a venir conmigo al paraíso de la lavanda! Y si la
conoces, vamos juntas y juntos a repasar algunas de sus cualidades y virtudes
para nuestra vida. Yo estoy muy contenta de emprender este viaje abstracto
contigo y conectar con esta flor, merece la pena, lo vas a averiguar por ti
misma o por ti mismo.
Más adelante, podremos visitar,
cuando florezcan al final de la primavera y en verano, los espaciosos y bellos
campos de lavanda. En España tenemos los famosos de Brihuega en Guadalajara, de
Tiedra en Valladolid, en Moratalla de la provincia de Murcia, y hay más para
disfrutar durante la floración. Mientras, disfrutemos de una tisana con sus
flores -pura o mezclada con otras plantas, o de un masaje con aceite esencial
de lavanda diluido en un aceite vegetal para beneficiarnos de sus múltiples
propiedades; o sencillamente, disfrutemos de su aroma en un difusor, o poniendo
una gotita en nuestras manos para inhalar su perfume. Hay quien la disfruta
también en sus postres o en sus compotas y mermeladas, tenemos además la miel
de lavanda, y hay gourmets exóticos que no se privan de utilizarla en la cocina
salada para sus exquisitos guisos. ¡Bon appétit! ¡Qué aproveche!
Llevo varios días queriendo escribir
acerca de la lavanda, y, como la vida conspira a nuestro favor, para animarme y
no abandonar el proyecto ante el retraso, para no olvidarme de lo que se me estaba
ocurriendo, el otro día me encontré con unos amigos de mi madre, un matrimonio
de almas bellas y amorosas a quienes aprecio mucho. Llevaba meses queriéndoles
ver, a pesar de vivir no muy lejos no coincidíamos, y se presentó la ocasión de
manera fortuita. “El pan nuestro de cada día”, lo digo porque pasando por su
casa llegó el coche de reparto del pan, y salió el marido a comprar, y salió
después su esposa al oírnos hablar. Me invitó ella a visitar su bello jardín,
su cuidada y apreciada variedad de plantas y flores, y de todo el jardín, ¿qué
creéis que me regaló? Pues sí, un ramito de lavanda. ¡Lavanda! Una palabra que
asociamos a la vibración de frescor, bienestar, pureza. El doctor Jean
Valnet la aconseja en infusión en casos de dolor, para calmar la excitación
cerebro-espinal, y estas son solo algunas de sus propiedades. La naturaleza
siempre provee de todo lo que necesitamos, en ella está: “el pan nuestro de
cada día”.
Siempre me ha sentado bien esta
flor, como dice el refrán En moda y en
flor, lo que siente lo mejor, me ha atraído esta planta con sus flores
aromáticas y sus colores, y cuando tuve ocasión de visitar a una amiga en la
Provenza, me traje los lindos saquitos de colores típicos de tela rellenos de
lavanda para poner en el armario, o en los cajones de la ropa, apreciados por
su perfume y por sus propiedades específicas a tal fin. Es una planta también
muy valorada en Italia, de donde me traje algunos frasquitos de aceites
esenciales, la ocasión se presentó y no la dejé escapar.
De todos modos, no olvido algo que
dijo Rudolf Steiner en su obra Mundos superiores: “No hay que olvidar
que los sentidos no perciben sino una parte del mundo”, de la lavanda nuestros
sentidos aprecian su aroma y su color, pero hay mucho más en el plano sutil,
como dice Steiner en la obra citada: “en lo espiritual residen los seres que se
manifiestan en los acontecimientos materiales.”
Por eso quiero compartir sobre todo
mi amor por la lavanda, y alguna información acerca de esta planta, de esta
flor, de este regalito del Cielo, de la Naturaleza, de los dioses que nos aman
y cuidan. ¡Todos nos podemos beneficiar y hasta podemos cuidar de una lavanda!
Ella nos cuida a su vez. Yo llevo dos años intentando que prospere en macetas,
me está costando un poquito, aún este año no he avanzado mucho, pero al menos
permanece viva. Al final, ¡venceremos juntas! ¡Victoria! Es el nombre de la
amiga de mi madre, es todo simbólico en el mundo de las sincronías. ¡Existe la
magia del amor!
Cuando empecé a escribir acerca de
la lavanda me pareció importante discernir bien a qué planta me refiero, porque
existen en esta familia varios miembros con sus diferencias específicas, esto
pasa en todas las familias, ¿verdad? Todos hijos e hijas del mismo padre y
madre y qué diferentes podemos ser, cada uno venido de un mundo aparte, como
suele decir, «de otro planeta». Respecto a la lavanda, me refiero en este caso
a que existen variedades, y es importante conocerlas. Por ejemplo, en la página
de la Sociedad Española de Fitoterapia lo explican muy bien, y hay un proyecto
de investigación en internet que lo cuenta estupendamente -del departamento de
bioquímica y biología molecular de la Universidad de Murcia. En conclusión, hay
muchas variedades de la lavanda, más de cincuenta. Veamos las más importantes,
populares, conocidas. Primero, mi amada lavanda de perfume agradable y equilibrado con sus propiedades
relajantes. Es una planta resistente al frío, la protagonista y estrella de
este artículo, Lavandula officinalis,
Lavandula angustifolia Mill., se la
llama lavanda común, lavanda inglesa, de
espigas moradas, conocida también como lavanda fina o vrai –verdadera,
Lavanda vera, auténtica, esta lavanda crece en diferentes países, la planta
alcanza alturas de 20 a 80 centímetros. Su aceite esencial se utiliza, nos dice
Shirley Price, en caso de jaqueca,
retención de líquidos, sirve a todo tipo de piel, relaja la tensión arterial
alta, en caso de indigestión, en dolores, debilidad, irritabilidad, y para más
molestias y dolencias. Realmente, no tiene contraindicaciones, aunque siempre
hay que ser prudentes con el uso de los aceites esenciales. Destaco que la
lavanda fina de Provenza es cultivada a una altitud superior a 800 metros, y
está protegida por denominación de origen controlada.
La Lavandula spica o latifolia L, es el espliego,
es una planta perenne, se la conoce también como lavanda macho, crece en
alturas bajas, con propiedades excelentes para la integridad de la piel,
cicatrizante, en caso de rojeces, irritaciones, y en caso de picaduras venenosas,
heridas infectadas, quemaduras, es mucolítica y analgésica. Su aceite esencial
ha de ser utilizada con precaución en niños menores de seis años y en mujeres
embarazadas.
Tenemos el lavandín,
Lavandula hybrida, que es un
cruce de la lavanda con el espliego, un híbrido interesante como relajante
muscular, si hay calambres, a utilizar con precaución en mujeres embarazadas y
niños menores de tres años.
Y la Lavandula stoechas L., que es conocida
por cantueso, la lavanda mariposa
por la forma de sus flores, cuando viví en la ciudad de Arévalo estaba presente
en abundancia en los paseos por los pinares. Esta variedad ha de ser utilizada
con mucha precaución, sobre todo en los niños, personas neurológicamente
frágiles y mujeres embarazadas, mejor con supervisión de un experto. Es muy
cicatrizante, buena como mucolítica y en catarros, para todas las patologías de
ORL, otitis. Hay una subespecie de esta lavanda que se da en la península
ibérica, una prima hermana, conocida como Lavandula stoechas ssp luiseri,
sus perfiles químicos cambian, y parece muy apreciada por su mezcla sutil de
aromas, llamando la atención su aceite esencial por su color diferente, es
anaranjado. Yo todavía no he podido hacer una degustación olfativa de estos
aromas diversos, todos a la vez, pero lo voy a preparar para ver si lo consigo
antes de que acabe este año, ¡y os cuento! ¡O me contáis!
He de decir, para ubicar
adecuadamente a nuestra amiga la lavanda, que esta planta pertenece a la
familia denominada lamiáceas o labiadas -lamiaceae, suena algo
raro, lo sé, para los que no estamos familiarizados con la botánica, pero lo
que sí que hemos notado desde pequeños es su presencia en nuestra cocina
popular por sus aromas, ya que todas son ricas en aceites esenciales en cada
una de las partes de la planta. Seguro que tu bisabuela, tu abuela o madre
utilizaba el tomillo, el romero, la albahaca, el orégano, la salvia en la
preparación de algunos de los platos; nos es conocida también la ajedrea, el
hisopo, la mejorana, el estragón, la menta, la melisa, la hierbabuena, estas
tres últimas seguramente nos suenan más por utilizarlas en nuestras infusiones
digestivas, o bebidas refrescantes. Si os dáis cuenta tienen cualidades en la
cocina y fuera de ella por ser antisépticas.
¡Qué de variedad en la Naturaleza!
Hay una Inteligencia Divina Creativa que sobrepasa nuestras expectativas,
imaginación y sueños humanos, realmente, de momento, sólo somos terrícolas
aprendiendo y experimentando cada día, y dando gracias por tanta Maravilla que
nos rodea y en la que estamos inmersos.
LA
SALUD
Como he
hablado mucho de propiedades terapéuticas y de remedios terapéuticos, ya que es
importante todo lo que pueda ayudarnos a mantener y a recobrar la salud cuando
se pierde, quería compartir algo que nos dejó el médico alquimista Paracelso, y que, aunque él vivió en el
siglo XV, sigue siendo inspirador para nuestros tiempos. Es de Obras completas, Causa y origen de las
enfermedades.
"Existe la posibilidad de que la enfermedad y la salud provengan directamente de sí mismas, así como que caigamos enfermos a consecuencia de un accidente y que un accidente nos devuelva la salud, pues la misma causa puede manifestarse en nosotros de ambas antagónicas maneras.
Si el Astro nos ha enfermado, el astro podrá curarnos lo mismo que la sangre, pues en su propia naturaleza reside el verdadero socorro (auxilium) y no en las cosas extrañas.
Que si el Cielo puede, actuando desde el exterior, sumirnos en la enfermedad y afectar así a nuestro cuerpo, fijo en la tierra, lo mismo puede conservarnos la salud y protegernos de la debilidad enfermiza y malsana.
Hipócrates dijo la virtud es lo que cura la enfermedad, expresa justamente que una fuerza necesita siempre otra fuerza que la expulse.
En este sentido, la virtud (Virtus) es una fuerza que proviene del cielo y no de la medicina, es decir, que es una medicina invisible. Por eso, cuando un enfermo se cura por sí mismo, sin ninguna medicina, se dice que ha sido curado por la virtud, es decir, por la Astronomía Celeste. Los que no pueden curar así deberán servirse de los medicamentos y recobrar la salud por los Arcanos.
El Arcano es un poder (potencia) y una fuerza,
más bien que una verdadera virtud, Virtus."
LA
LAVANDA Y LOS PLANETAS
A continuación, voy a examinar su
relación con los planetas, como astróloga es algo que me parece muy
interesante, tal vez así, mirando tu carta astral puedas comprender esta
relación amorosa con esta planta. O tal vez te lo podamos contar nosotros, los
astrólogos, al menos quienes amamos y usamos las plantas con agradecimiento y
conocimiento, con curiosidad y entusiasmo por seguir aprendiendo y dejándonos
sorprender por la Vida.
Comienzo de la mano de Paracelso, también astrólogo, y también
médico y alquimista del siglo XV. Escribió una obra titulada Las plantas mágicas, botánica oculta, y
en él hay una tabla para clasificar las plantas según los cuatro elementos:
tierra, aire, agua y fuego.
A la lavanda le corresponde el
elemento Aire porque es una planta delgada y de color azulado. Le corresponde
el elemento Fuego porque su crecimiento es mediano, es una planta de Tierra por
su aroma suave. ¡Predomina el Aire! Carl Gustav Jung lo asociaba a la función pensamiento.
En el libro que menciono de Paracelso,
más adelante relata la correspondencia entre cada planeta y un día de la
semana, cada planeta y un color. El violeta corresponde a Mercurio, a miércoles. “Mercurio es el principio planetario que
comunica los mundos superiores con los inferiores a distintos niveles, era el
mensajero de los dioses”. (Josep Fabregas en la obra que citaré más adelante).
Encontré, es inevitable cuando el
Universo quiere confirmar una información, en un libro de un experto en
aromaterapia la misma información. Me refiero a Robert Tisserand que fundó en el año 1974 la primera empresa
británica que ofrecía la venta de aceites esenciales al público. Clasifica en
esta obra a la Lavanda regida por Mercurio. En el libro menciona sus
propiedades, incluyendo citas, entre otros autores de Nicholas Culpeper, siglo XVII, botánico, herborista, médico y
astrólogo, también inglés. Culpeper la apreciaba por beneficiar al cerebro y a
los nervios, parece que también protege de los malos espíritus, que no dejan de
ser también los malos pensamientos cuando dejamos que se instalen en nosotros.
Mercurio es el planeta de la comunicación y el intelecto, así que observamos
como también la lavanda favorece la claridad de pensamiento y poder mental,
evidentemente es justa esta asociación.
Por otra parte, es una planta
relacionada con la Luna porque ayuda
a equilibrar el ego femenino, reforzándolo si es necesario, y armoniza en caso
de excesiva emotividad, o tonifica si se sufre de depresión. La lavanda es un
protector psíquico, favorece nuestra armonía interior y potencia nuestra
fortaleza, eso lo menciona el experto en plantas Gabriel Vázquez Molina en su libro La magia de las hierbas.
De esta forma comprendemos su
relación con la Luna y su relación con Mercurio, por su regencia del cerebro y
del sistema nervioso. Campos azules violáceos de lavanda que nos invitan a
entrar en estados de calma, de meditación, a elevar nuestra vibración con
pensamientos de ecuanimidad.
Reflexionando en su relación con la
Luna, me llama la atención que sus flores estén formadas por dos hojitas
opuestas, a veces como nuestro propio sentir, hay ocasiones así, que
precisamente, nos llevan a sentirnos muy tensos y confundidos. Sin embargo, la
forma de las hojitas es redondeada, como si todo al final fluyera, que así es
cuando ponemos intención, y unificamos sentir y pensar, y también es forma
romboidal, cuatro lados iguales, equilibrio. El cuarzo, por ejemplo, pertenece
a la categoría de sistema cristalino romboédrico, la amatista es un
cuarzo. Amatista y flor de lavanda, una pareja muy especial para utilizar en
una de nuestras meditaciones.
Según la antroposofía, un baño de
lavanda permite restaurar el contacto entre el cuerpo físico, el astral y el
etéreo. Realmente, si perdemos el contacto con nuestro cuerpo físico, nuestras
emociones, nuestra energía y dejamos de cuidarnos a varios niveles, terminamos
desorientados y agitados. Descansar lo necesario, vigilar la dieta para que sea
sana, respirar profundo y tranquilamente, conectar con la naturaleza, todo
ayudará y potenciará los efectos de, por ejemplo, una infusión de flores de
lavanda o de la aplicación en masaje del aceite esencial de lavanda para
recuperar un sistema nervioso fuerte, estable. Todo está en nuestro poder
para actuar con amor cuidándonos en todos los aspectos, así desarrollamos
compasión hacia nosotros mismos, nosotras mismas, y hacia todas las criaturas,
algo excepcional para el ser humano, aprendamos a confiar en nuestra bondad
básica, Pema Chodron decía “Cuántos
más de nosotros aprendamos a confiar en nuestra bondad básica, más fuerte se
volverá la sociedad”. (De su libro Abrazar
lo inabrazable).
UNA PAUSA CON MÚSICA
De la mano de Yukiko Nishimura,
compositor japonés y pianista, escuchemos este tema precioso para proseguir la
lectura, titulado, como no, Lavanda.
LA
LAVANDA EN AROMATERAPIA
Quiero comenzar mencionando al
doctor Jean Valnet (1920-1995)
porque fue el padre de la aromaterapia, tuvo la suerte de ser iniciado en su
infancia por su abuela en los conocimientos de los remedios naturales, estudió
y obtuvo varios diplomas, como en medicina general, psiquiatría, microbiología,
entre otros. Ejerció unos años como médico militar y fue enviado a Alemania
para atender a sobrevivientes de campos de concentración, y después a Indochina
como cirujano, en plena guerra, y en condiciones extremas de combate comenzó a
experimentar con la aromaterapia para realizar las curas de heridas de guerra.
Posteriormente, en Francia, su especialidad fueron las enfermedades
infecciosas, digestivas y el inducir y conseguir relajación.
El doctor Valnet nos describe esta
planta como muy valorada, tiene propiedades para uso interno y externo. El uso
interno, cuando es en aceite esencial, como siempre en aromaterapia, ha de
realizarse con precaución y según la guía de un experto. Para uso externo, el
aceite esencial es una maravilla, tanto en uso facial (diluido entre 0,5 y 1%,
1 gota de aceite esencial por 10 ml de aceite portador), como para su uso
corporal (diluido al 10% en un aceite vegetal portador). Podemos disfrutar de
su aroma en el difusor, o en un spray para pulverizar, siempre con la debida
mezcla de agua y agitar antes de utilizar.
En nuestra piel tiene un efecto anti
inflamatorio y desinfectante, y muy cicatrizante, regenera la piel y tiene un
efecto estimulante para el crecimiento de células nuevas, y es analgésico. Es
un aceite esencial que podemos utilizar para las vías respiratorias, los
problemas digestivos, problemas del sistema nervioso, para las jaquecas y
migrañas, es descongestivo. Bastará una gotita de aceite esencial mezclada con
un aceite portador (aceite vegetal de almendras, de avellana, de caléndula, de
sésamo, a gusto de cada uno o según la necesidad de su piel).
Anterior al Doctor Valnet, tenemos a
Rene Maurice Gattefossé (1881-1950),
considerando como uno de los fundadores de la aromaterapia, realmente
experimentó en su cuerpo los beneficios del aceite esencial de la lavanda, tuvo
una grave quemadura que podía derivar en gangrena y se le ocurrió como remedio
desesperado aplicarse este aceite esencial de la lavanda en compresas en las
llagas, con resultados totalmente positivos.
Y, como no, claro que sí, voy a ir
más atrás en la historia, muy atrás, a la Edad Media, porque Hildegarda de Bingen (1098-1179) ya
conocía sus propiedades curativas, de esta planta, decía en la obra Physica:
“la lavanda es caliente y seca, clarifica el espíritu”, y aconseja una
preparación para calmar los dolores del hígado y del pulmón. Hildegarda de
Bingen elaboraba productos naturales para las curas y dejó múltiples escritos acerca
del uso de plantas por sus propiedades, pudiendo comenzar siempre la
recuperación, y por supuesto la prevención, en la cocina, “que tu alimento sea
tu medicina”, una frase atribuida al médico griego Hipócrates.
Podríamos ir más atrás en la
historia, porque es cierto que su presencia es conocida en varias
civilizaciones desde hace ya muchos siglos, en Asiria, en Egipto, en Persia, en
Egipto, los romanos, los griegos, os dejo que investiguéis este rastro para no
alargar este artículo.
LA LAVANDA Y LOS CHAKRAS
En relación a los chakras, tenemos
que el tercer ojo, chakra 6, Ajna,
tiene un vínculo con la piedra amatista
-color morado como la lavanda- y con la apatita
morada, por ejemplo. Este chakra tiene relación con los ojos y con la base
del cráneo. Si hay problemas de visión, dolores de cabeza, perturbaciones
neurológicas, el cuerpo nos está llamando la atención para equilibrar este
chakra, vinculado a Neptuno y a Júpiter. Hemos de observar cómo están
aspectados estos planetas en la carta astral, en qué Casa, qué información nos
dan para nuestra evolución. Este chakra relacionado con el añil -azul también la lavanda, con la Luz, con la energía
telepática, nos pide evitar ser dogmáticos, demasiada lógica que puede llevar a
una actitud arrogante, autoritaria. Si no hay equilibrio habrá que trabajar la
tendencia a la indisciplina, observar si hay miedo al éxito, las miras han de
ser más altas entonces. En equilibrio
podremos expresar intuición, carisma, y no hay apego a lo material.
El chakra corona, el séptimo chakra, Sahasrara, tiene como
colores asociados el violeta (color de la lavanda, púrpura o azulado), el
dorado y el blanco. Como planeta, a Urano. Como incienso o aroma, el espliego,
que comparte linaje con la lavanda. Este chakra nos está pidiendo poner
atención cuando hay depresiones, o estados de confusión, cuesta tomar
decisiones, pensamientos recurrentes, obsesiones. También si hay una
sensibilidad a la contaminación, cansancio crónico, alzhéimer, epilepsia.
Es interesante estudiar estos dos chakras,
el séptimo y el sexto, por la relación con el color y los aromas de la lavanda,
o el espliego; y como los demás chakras, mantenerle en equilibrio, algo que nos
corresponde a cada uno, primero con su estudio y con prácticas adecuadas. Si te
interesa ampliar información acerca de los chakras puede inspirarte el libro de
Liz Simpson, El libro de los chakras.
Una sencilla práctica, para comenzar, sería tener una pirámide violeta, de amatista, por ejemplo, y al lado colocar flores de lavanda, o de espliego, o un difusor con su aceite esencial, o pulverizar, y meditar, utilizar ese espacio para calmarnos y conectarnos con el Todo, volver a sentir la unidad interior y con el Universo desde la paz. El séptimo rayo está relacionado con la magia y el ceremonial. Comenzamos así con el estudio a tomar conciencia de cómo seguir avanzando, conociéndonos, cuidándonos, mejorando.
LA
LAVANDA Y LOS SIETE RAYOS
Y, para terminar, quería también
dejar aquí reflejada la relación del color
de esta flor con uno de los siete rayos
de la tradición esotérica, metafísica, de lo cual dejó mucho escrito la autora Alice Bailey.
Respecto al esoterismo, Louise y Bruno Huber, nos hablan
ampliamente de ello en su libro Astrología
y los siete rayos. En este libro describen los siete rayos, y su presencia
en cada uno de nuestros horóscopos individuales, lo aconsejo para conocer y
profundizar en el tema de manera seria de la mano de dos expertos humanistas.
En el libro de Josep Fabregas Astrología
esotérica y psicología evolutiva, se describe la correspondencia entre los
siete rayos y los chakras, las formas, el sistema endocrino, los signos del
zodiaco, los colores, los planetas regentes. El séptimo rayo está relacionado
con el color violeta, que
corresponde a la planta cuyas cualidades y virtudes he descrito.
Tal vez te gusta este color, violeta
en cualquiera de sus matices, o te atrae esta planta, o su aroma, aunque no
hayas nacido con el Sol ni en Cáncer,
ni en Capricornio ni en Aries –signos vinculados a este rayo.
Pero, tal vez tengas algún planeta en alguno de estos signos, ¡o en todos! O
tal vez la Luna o Mercurio son importantes por algún motivo en tu carta astral.
El séptimo rayo está vinculado con
la forma de la pirámide y con el reino mineral.
UN POQUITO DE LA LAVANDA EN LA
MÚSICA Y EN EL CINE
Tenemos un
refrán que dice así: Música y flores
llaman amores. Pues para que este artículo sea completo, ya tenemos flores,
la lavanda, y ahora vamos con la música.
¿Qué
cantantes incluyen en sus canciones la flor de la lavanda? He elegido unos
poquitos, y como soy nostálgica de otros tiempos, de otros ritmos, no es música
de este siglo, pero sí para este siglo. Y de este siglo, sí que es la película
que he elegido, aunque el autor de la novela en la que se inspira, no es de
este siglo XXI, pero ha inspirado el arte de nuestro momento actual.
A
continuación, voy a jugar un poquito con las estrellas, con los planetas, una
sonrisa en nuestros labios, como astróloga me gusta acercarme a las cartas
astrales de personajes y observar las huellas de aquello que estoy
investigando. En este caso, la lavanda, que se relaciona con la Luna y con
Mercurio, pues debería de aparecer por algún lado en las cartas de las personas
que mencionaré a continuación, me refiero a aparecer de manera notable, de
alguna manera señalada, para que apreciemos el vínculo que hay entre Luna,
Mercurio, lavanda. Yo creo que el Universo nos hace un guiño.
Que
empiece la música con este tema, Lavender, de Beach Boys, The Pendletones,
como curiosidad, se grabó en octubre, tal mes como hoy que publico el artículo,
en el año 1961.
Y ahora continuamos con Enrico Macias. Tiene un Ascendente
Géminis, regido por Mercurio, que es uno de sus planetas dominantes. Sol
conjunción Mercurio, Luna trígono Sol-Mercurio.
Y seguimos para escuchar este tema
de Line Renaud, que también tiene
conjunción Sol-Mercurio, es un planeta que no se aleja mucho del Sol, pero no
todos tenemos esta conjunción. Mercurio está en oposición a la Luna.
Y terminamos con la canción de Marcel Amont, tiene una cuadratura
Luna-Mercurio, Luna oposición Marte que es el regente de su Sol.
Y, para terminar, la pantalla, la
imagen, sonido e imagen, una película titulada Ladies in lavander, es una película basada en la novela de William
John Locke, que nació el 20 de marzo de 1863. El guión y la dirección de la
película estuvieron a cargo de Charles
Dance, la Luna es uno de los planetas dominantes. Tiene una oposición
Sol-Luna, y una sesquicuadratura Luna-Venus, siendo Venus el regente del Sol,
en Libra.
Me despido de todas y todos
vosotros, espero que hayáis disfrutado durante este tiempo de lectura, como
dice el refrán “El tiempo es inventor de novedades y descubridor de verdades”,
y con estas melodías propuestas junto con el perfume de la lavanda que nos
alegra el olfato. Muchas gracias por vuestra compañía. ¡Hasta pronto! ¡Un abrazo estelar de bendiciones divinas!







