Los principios solar y lunar quedan albergados en la figura
geométrica del rombo. El Sol representa la conciencia y la Luna el plano del
subconsciente, tenemos así la unión del espíritu y de la intuición.
En Sanación Espiritual por Arquetipos utilizamos la figura
del rombo como arquetipo de la “individualidad”, así podemos rearmonizar en
cada persona estos principios, que unido a la revisión y armonización de otros
arquetipos y aspectos de nuestra persona favorece que podamos sentirnos y
trabajar con lucidez el anclaje, el poder de sentirnos con toda nuestras
fuerzas aunadas para proseguir nuestro desarrollo y evolución.
En este plenilunio nos centramos en la energía de Piscis (grado 21),
que es donde estará situada la Luna, aún cerca de Neptuno, impregnada de sus
cualidades. Se activa el Eje Virgo-Piscis, el Sol está en Virgo aún próximo de
Marte, y todavía en orbe las luminarias con Júpiter. El Sol y la Luna aún
participan por aspecto de trígono y sextil, respectivamente, de la conjunción Saturno, Nodo Sur y Plutón en
Capricornio. Y la Luna quiere alcanzar la conjunción Venus-Mercurio. Al final
todos los planetas quedan implicados de alguna manera. Pero vamos a intentar
extraer lo esencial para poder guiarnos durante estos días de influjo del
plenilunio. Por supuesto, cada uno hemos de atender dónde ocurre, en qué Casa,
en nuestro horóscopo, y si hay algún planeta cerca.
Hemos de poder actuar, desde la toma de conciencia, utilizando la
meditación, así está a nuestra disposición la fuerza para actuar, para tomar iniciativas, para realizar proyectos,
dejándonos inspirar por el amor en su expresión de servicio. Por tanto,
permanecer en contacto con nuestro centro, con nuestro corazón, conectados de
manera sensible al mundo sutil, a las señales e información que nos llega en la
vida cotidiana, no perdernos en la acción y en lo práctico, sino estar muy
atentos a todo profundamente, y con todos. No es tiempo de proclamar lo que se
hace a los cuatro vientos, habrá que silenciar muchos actos de amor, no se
trata de buscar el reconocimiento externo, sino la satisfacción de saber que
vibramos guiados por pensamientos de altruismo, de amor desinteresado, con
discernimiento y sabiduría. Pero en ocasiones es conveniente hacer sentir al otro que estamos ahí, que nos acordamos, que estamos siendo activos para lo que requieran de nosotros y podamos.
También es buen momento para transformar emociones, ya que
nos damos cuenta de qué nos producen las palabras y lo que ocurre fuera, y cómo
encauzar la ira, la cólera, la frustración, la rabia y el miedo. La música que
nos pueda armonizar, el libro, ya sea una novela o enseñanzas, que nos puedan
guiar apropiadamente, la película que tenga un mensaje revelador para
conocernos mejor y para potenciar a nuestro ser esencial a vivir de manera
jubilosa y calmada, sean bienvenidas. Se trata de discriminación,
discernimiento, permaneciendo abiertos con valor, no hay lucha, no hay ataque,
en el fuego del corazón se puede producir la alquimia de pensamientos y
sentimientos de baja vibración si estamos bien conectados a las fuerzas
telúricas y a la energía divina.
Nos vamos a concentrar en la intención consciente de
transformar nuestras relaciones de manera que sean más armónicas, de mayor
entendimiento y comprensión, con diálogo sincero, transparencia, confianza,
apoyándonos mutuamente, las mejoras están garantizadas. Estemos atentos a la
fuerza contraria y opuesta que pueda surgir en estos días para que no sintamos
angustia, confusión, no queremos entrar en el caos y el desasosiego. Y tenemos
todo lo necesario para avanzar prósperamente con decisiones adecuadas,
disfrutar sin aferrarnos desesperadamente, sin necesidad de apoyarnos
dolorosamente en lo externo y en otras personas. Evitamos así insatisfacción. Caminamos hacia la paz
interior.
En la religión judía celebran en octubre una fiesta
preciosa, Yom Kipur, el día del Gran Perdón. Tal vez no seamos judíos, tal vez
tampoco son afines a nosotros los ritos religiosos, pero siempre desde el
respeto y ensanchando nuestra mente, acogiendo, veamos cómo incorporar de
manera sencilla el sentido de esta celebración, porque es practicando el auto
perdón y el perdón por todo aquello que, desde el sentimiento de víctima y la
actitud en ocasiones, que podremos liberarnos y caminar más ligeros, y poder
desplegar todo nuestro potencial y realizar nuestra misión de vida. Los cambios llegan derribando barreras limitadoras.
Seamos generosos, seamos amables con nosotros mismos y desde
este bienestar, podremos desplegar nuestra fuerza hacia el entorno para
construir una realidad más amable y alegre para todos, empezando por nuestro
entorno, familia, amistades, lugar de trabajo, etc. Se va a notar mucho los
beneficios en estos días de esta actitud y esta opción de vivir, serán
experiencias que cimentarán otros estados de conciencia y otras vivencias mucho
más gratas, es el camino para liberarnos de fuerzas inconscientes atávicas, transgeneracionales,
es el método para sanar el pasado. Las posibilidades están ante nosotros y
podemos aprovecharlas.
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