En nuestra vida la luz
juega un papel esencial: interv
en la mayor parte de nuestras actividades.
Los griegos en la antigüedad ya lo sabían y decían: “morir es perder la luz.”
Louis de Broglie
Seguramente por alguna circunstancia, situación, vivencia,
estos días hemos tenido que reflexionar, asomarnos al mundo interior de manera
más profunda, algo nos ha movido de manera brusca y necesitamos mayor auto
comprensión. Estamos en la última fase del ciclo lunar, en cuarto menguante, la Luna cada vez recibe menos luz, eso percibimos nosotros. Así que una vez realizado este trabajo de
interiorización que nos permite hacer ajustes en la realidad, llegamos a estos
días en los que hemos de fluir con la energía que nos permite liberarnos y
cambiar algunas costumbres, aquellas a las que aún nos aferramos y sabemos que
nos perjudican.
Vamos a abordar esta situación energética desde todos los ángulos y perspectivas que
conforman nuestro ser humano, y teniendo en cuenta los 4 elementos que
constituyen la materia. Con buen ánimo abordamos esa parte de “sombra” que
hemos de reconocer para que no nos boicotee, no pueda dominarnos, para poder
evolucionar sin sufrimiento, en libertad, conquistando esta libertad interior.
En el último cuarto de la fase lunar lo esencial es aprender
a desprendernos interior y exteriormente
de lo que no necesitamos ahora, hemos de hacerlo sabiendo que ya no
corresponde con nuestra evolución actual, no somos los mismos que hace tres
semanas, hay cambios por sutiles que sean, y este despojarse de lo que ya no me
conviene facilitará la realización de mi proyecto de vida, de mi misión del
alma.
AGUA
Empezamos con las emociones, “ondas”, energía pura, volvemos
dentro, al sentir, sentir-te, para reconocer. ¿Qué siento ahora? Sólo ahora, en
el presente.
Repasemos algunos posibles estados emocionales: miedo,
culpa, sentimiento de abandono, rabia, frustración, envidia, tristeza,
vergüenza, celos, enfado, aburrimiento, impaciencia, ansiedad, rencor, asco,
nervios, impotencia, preocupación, orgullo, cobardía, depresión, desprecio,
etc.
Es aconsejable equilibrar para evitar el exceso, para evitar
vivir en los extremos que nos hacen sufrir siempre efectos indeseados, vamos a
procurar vivir cada vez la mayor parte del tiempo desde la lucidez y la paz
interior.
Reconocer nuestras emociones es un gran paso, expresarlas,
hablar-te de ellas, o hablar a una personas de confianza o a una persona con
quien estés realizando una terapia, una sanación.
O tal vez no hay problemas que atender, esto es fantástico y
seguro que hay muchas razones por las que todos podemos sentir, y vamos a
fomentarlo cada día:
alegría, ternura, amabilidad, curiosidad, entusiasmo,
serenidad, fuerza, gratitud, admiración, optimismo, dignidad, satisfacción, firmeza,
veneración, felicidad, respeto, audacia, valor, confianza, certeza, interés,
inspiración.
FUEGO Y TIERRA
Ahora hay que estar atento a las decisiones y a las acciones
en consecuencia con tus emociones, atención a las más inconscientes.
Reflexiona. Si quieres otros frutos, otras consecuencias, revisa tus decisiones
y actos, ahora es momento de replantear y reconducir tu energía más
apropiadamente. Y volvemos a las emociones que han generado algunos de tus
actos.
No olvidemos algo muy básico, cómo cuidamos de nuestra
salud, de nuestro cuerpo, -materia, “partícula”- porque el resultado de estos
cuidados y atención también genera unas consecuencias que nos llevan a
determinadas emociones de vibración alta (ver estudios de física cuántica), sencillamente
agradables, o desagradables con una frecuencia de vibración energética baja, si
queremos utilizar estos términos algo polémicos aún. Todo es energía, los
objetos inanimados –como las piedras- también vibran, cada color tiene una
frecuencia vibratoria, el sonido, todo tiene una frecuencia eléctrica
vibratoria (medidas en Hertz).
"Si quieres
encontrar los secretos del universo,
piensa en términos de energía, frecuencia
y vibración".
Nikolas Tesla
AIRE
Revisamos y, si es necesario, cambiamos algunos de nuestros
esquemas mentales, podemos remodelar nuestros conceptos respecto a muchas cosas de manera que creamos otros pensamientos y otras
tácticas y proyectos de acción.
Procuremos evitar que nuestros condicionamientos nos lleven
a elecciones limitadas, que las experiencias pasadas no nos condicionen para
explorar nuevas posibilidades. Atrevámonos con lo nuevo, lo que está para
nosotros por descubrir, lo que estamos creando con nuestra inspiración actual.
Para volar en la Tierra hay que elevarse, superar la
ignorancia, aprender, escalar la montaña del conocimiento y de la sabiduría,
desde el sosiego interior la visión en mayor, cuando hacemos silencio
permitiendo que el ruido mental no nos esclavice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario