Esta Luna Nueva nos propone meditar un rato acerca de los vínculos que disfrutamos y que han superado muchas pruebas, han superado con el paso del tiempo momentos muy agradables, gozosos, alegres, y otros más difíciles y complicados, pero todas esas circunstancias –siempre tan cambiantes- han ido modelando en cada miembro de la relación la personalidad y permitieron extraer lo mejor o lo peor, una manera de poder entonces elegir si aporta más bienestar que sufrimiento, si hay conciencia cada vez más amplia en cada miembro de la relación, o hay una ofuscación que impide avanzar favorablemente.
Urano desde Tauro recoge los rayos de Neptuno, están en sextil, y son enviados a Venus, sabemos y experimentamos esos encuentros que nos hacen sentir mejor con nosotros mismos y con el mundo porque permiten ver las cosas no sólo con los sentidos, sino con el corazón y con el alma, algo más elevado en vibración y en altura, desde más alto se aprecian muchos más matices y sutilezas, uno se siente así muy “afortunado”.
Tiempo para disfrutar de vínculos con terapeutas que están capacitados para “bajar” energías muy curativas, para que cada uno de nosotros las activemos a través de estas “antenas”, el magnetismo es muy potente y podemos progresar gracias a energías insólitas e inéditas a nuestra disposición, directamente o a través de personas que ofrecen este servicio de amor con sencillez, despejados por tanto de pretensiones egoístas. Lo sutil llega a la materia y lo renueva y regenera. ¡Estemos receptivos!
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