LUNA NUEVA DE ABRIL 2015
Como preámbulo, vamos a ubicarnos según las referencias
que da la posición del Sol y de la Luna en esta Luna Nueva de Abril. El Sol y
la Luna –a 28º de Aries- en esta lunación del 18 de abril se encuentran entre
Urano (a 17º de Aries), al que han dejado atrás, y Mercurio (a 7º57’ de Tauro),
hacia el que avanzan.
Ayer la Luna se encontraba en su Perigeo, el punto
más cercano a la Tierra.
¡Cuántas posibilidades nos ofrece Urano para cortar
con lo que nos impide avanzar! Tanto el Sol como la Luna han bebido en su
fuente antes de posarse en este grado 28º de Aries. Urano nos permite una mayor
apertura de conciencia, un mayor grado de comprensión de la realidad, la física
y la extrafísica, Urano nos permite una visión más elevada, una renovación
interior, es la energía del cambio, es información especial que nos llega de
los “Cielos”. A pesar de que esto suena a música celestial para muchos, muchos
otros se están preguntando cómo encajar el Cielo en la Tierra. Hacia ello van
en esta lunación el Sol y la Luna, hacia ese uso práctico de información que
nos permite trabajar en la forma y con la materia, y más: nos permite cambiar
nuestros hábitos, nuestras costumbres, tomar conciencia de cuándo (y cuáles de ellos)
nos estorban ahora en este momento. Ambas energías, Urano y Mercurio, nos están
activando a muchos el sistema nervioso, los chakras 5º, 6º y 7º, con todos los
órganos que se corresponden a cada uno de ellos. Fijémonos bien qué ocurre en
nuestra garganta, en nuestro cuello, en las cervicales, en las glándulas
tiroides y paratiroides, dentro y fuera; qué ocurre en nuestros ojos, qué
ocurre en nuestra pituitaria y pineal. El trabajo es mucho más profundo, lo
físico, el presente, el pasado, porque no sólo nos abre a nuevas posibilidades
en esta vida, sino que está liberando residuos de otras vidas que ya
experimentamos y que estorban para seguir nuestro camino, en nuestro
encaminarnos hacia el futuro. Es hora de descargarse y sentirse más ligero.
Si tienes algo pendiente de hacer, si has estado
demorando algo, reflexiona. ¡Aprovecha este impulso, ahora! Estos días son
propicios. Aunque no es tiempo ya de brusquedades, de hacer por hacer, es desde
la calma y el sosiego, la serenidad y la paz interior.
También será un período que activa los procesos
mentales, nuestras mentes pueden estar inquietas, es fácil y puede ir rápido el
intercambio de información, enseñar, aprender, desplazarse, reunirse, viajar -aunque
sea con la mente tan sólo en ocasiones. Preparémonos para las sorpresas, lo que
no nos esperábamos en el camino al decidir ir por aquí o por allí, puede ser
una ocasión para aprender, para aprender, para disfrutar, es algo nuevo y nos
enriquece. Permanezcamos con la mente “abierta”, acogiendo lo inaudito, lo
nuevo, lo que no está en nuestras rutinas, lo que viene de lejos, del pasado o
del futuro. Y démonos tiempo para asimilar todo esto, para reposar, para
serenarnos después de los múltiples estímulos para nuestro cerebro, o del
desgaste físico si además nos desplazamos por múltiples razones.
El grado 28º de Aries según los símbolos sabianos (Dane Rudhyar: Un mandala astrológico), nos da indicaciones acerca de esta etapa,
de esta fase arquetípica.
Con Urano tomamos impulso, pero es necesario que
haya una buena base para que esa energía sea sostenida y logremos algo
concreto. Es imprescindible estar preparados para asumir responsabilidad, lo
cual implica desarrollar creatividad para superar los obstáculos que se nos
puedan presentar, y es importante no excedernos, en aquello que queremos lograr
para nosotros mismos, o en aquellos que queremos ofrecer a los demás. ¿Con
cuánto podemos realmente? Respecto a nosotros mismos y respecto a nuestra
participación en y con el entorno.
Pongamos atención para el 19 de abril por la
conjunción Luna-Mercurio-Marte: serenidad y calma emocional, más que nunca,
meditación, relajación, enviar amor al planeta, enviar amor a nuestro entorno,
enviar amor.
Mercurio en Tauro nos ayuda a elaborar estos planes
estructurados, con mesura, con calma, con paciencia. Y también la posición de
Saturno en Sagitario, los sueños e ideales, los proyectos inspirados encuentran
en su teoría y práctica un toque grande de mesura. Muchas veces no podemos ir
más allá, no tenemos el caudal energético suficiente aún, en este momento, para
hacer un derroche que podría costarnos caro, no sólo económicamente, por
supuesto, también me refiero a nuestro cuerpo físico, por ejemplo. Y esto
llevado a nuestra implicación con otras personas de nuestro entorno, también se
verían envueltas en las consecuencias de nuestras posibles exageraciones. Como
se menciona en este grado sabiano, es
importante la inclusividad. No
estamos solos, interactuamos en un medio, estamos juntos para compartir y
ayudarnos en nuestros procesos evolutivos.
Y volviendo a la Tierra, a esa proximidad de la Luna
a la Tierra (Perigeo):
Esta Luna Nueva carece de aspectos, pero recuerdo,
está entre Urano y Mercurio (me ha venido al recuerdo un libro de Alexandre Volguine respecto a los llamados "encuadramientos").
Todos estos son los elementos que me llaman la
atención para centrarme y entrar en la resonancia de este nuevo ciclo para las
próximas semanas.
¡La Tierra! ¡El maravilloso planeta que nos acoge!
Observo la dinámica que se producen entre Saturno y Venus (oposición) y Neptuno
(cuadratura), un triángulo de rendimiento rojo que pone énfasis en el signo de
Piscis.
¡La Tierra y las virtudes sanadoras que en ella se
contienen!:
“La tierra es la madre y la tumba de la
naturaleza; su antro sepulcral es su seno creador, del cual vemos surgir toda
clase de engendros, que de ella, de sus maternales entrañas, se nutren, la
mayor parte dotados de virtudes numerosas, todos con alguna particular, ninguno
semejante a otro. ¡Oh! ¡Grande es la eficaz acción que reside en las yerbas,
las plantas y las piedras, en sus íntimas propiedades!
Porque nada existe, tan
despreciable en la tierra, que a la tierra no proporcione algún especial
beneficio; nada tan bueno, que si es desviado de su uso legítimo, no degenere
de su primitiva esencia y no se trueque en abuso. Mal aplicada, la propia
virtud se torna en vicio y el vicio, a ocasiones, se ennoblece por el buen
obrar. -En el tierno cáliz de esta flor pequeña tiene su albergue el veneno y
su poder la medicina: si se la huele, estimula el olfato y los sentidos todos;
si se la gusta, con los sentidos acaba, matando el corazón. Así, del propio
modo que en las plantas, campean siempre en el pecho humano dos contrarios en
lucha, la gracia y la voluntad rebelde, siendo pasto instantáneo del cáncer de
la muerte la creación en que predomina el rival perverso.”
(Romeo y Julieta, de William Shakespeare).
Y
volvemos al Cielo de nuevo, brevemente, para recordar la fiel cita de la lluvia
de estrellas de este ciclo: del 22 de abril, las Líridas y el 5 de mayo las Eta
Acuáridas.
Realmente cada ciclo trae sus dones y van llegando a
medida que se aproxima, hay una conexión, hay un mensaje, nos viene del pasado
(Luna, noche), o nos viene del presente (el Sol que vemos cada día y nos
ilumina durante la jornada), o tal vez del futuro (Urano, otras dimensiones
galácticas). Sobre todo, no te sientas solo, no te sientas sola, aislado,
aislada, porque es sólo una ilusión, o tal vez una sensación que te permite
entrar dentro de ti y sentir, recapacitar, escucharte, escuchar. Y más aún,
busquemos lo que nos UNE, reforcémoslo, tengamos cuidado con aquello que nos
puede separar, sopesemos si realmente es tan importante aferrarnos y
obstinarnos. Busquemos acuerdos, alianzas, el punto de equilibrio, caminamos
hacia la comunión. (Nodo Norte en Libra y Quirón en Piscis).
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| Imagen cortesía de Philipp Salzgeber |
Por último, también quería dejar como sugerencia de
lectura un libro de Paloma Cabadas: El
poder de la Tierra. Me parece muy adecuado, requiere una mente abierta,
para adentrarnos en estas energías a lo largo de los próximos días. Estoy
segura de que muchos encontraréis claves sustanciosas para seguir avanzando en
la comprensión de nuestro existir y del funcionamiento según las Leyes del
Universo, aquí en la Tierra.
“Porque en la
Casa de mi Padre hay muchas moradas”. (Jn 14:2).
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