Como decía el astrólogo Charles Vouga, Urano participa en el
desarrollo del individuo, es todo lo que ya hemos adquirido hasta ahora, cada
uno, facilitando un aumento de conocimiento, luz e inteligencia. En realidad,
cuando ya no hay resistencia, no hay combate, la voz de la Eternidad está en nosotros, se
expresa con autoridad, firmeza, no va a disolverse nada, recordamos nuestro
origen, es importante con qué nos vamos a identificar en estos momentos.
El Sol está en Capricornio y su regente, Saturno, ya en
Acuario, conjunto a Júpiter, en aspecto de trígono con Urano, situado en Tauro.
Urano realmente no estaría demasiado a gusto en Tauro (en caída), que es un
signo con un ritmo más bien lento, que busca la estabilidad, la seguridad, pero
está ahora ahí adaptándose, a esto y al trígono con Saturno, tampoco muy de su
agrado, es un buen constructor, aunque también puede bloquear al impaciente,
rápido y brusco Urano. Y está Júpiter, siempre exagerándolo todo, en esta caso
las dos actitudes. La alternancia será extrema en algunas mentes, si no
consiguen salir de la dualidad, algo que es posible al tomar conciencia de ello:
expansión/contracción, optimismo/pesimismo, idealismo/realidad,
entusiasmo/apatía. Darse cuenta, observar, sentir, es ya todo un avance, ya no se está prisionero internamente de un vaivén alocado, ni encerrado, uno siente, ve, y elige.

Saturno y Urano son científicos y orientados hacia el
ocultismo, a un alto grado de conciencia social mezclado con una tendencia al
individualismo, cierta mirada bastante perspicaz o lúcida (en el fondo
“realista”). Así son Saturno y Urano algo fríos y desapegados, y recuerdo, está
Júpiter amplificando. Esto no es ni bueno ni malo. Por una parte, viene
fenomenal cuando hay demasiado sentimentalismo (Luna y Neptuno en conjunción en
Piscis), un cierto desapego puede quitar sufrimiento o todo el sufrimiento, una mirada más objetiva, claridad. Y combinarlo, a voluntad, porque así se quiere, con la calidez
del alegre corazón, alegre porque queremos que esté así, abierto con su
sabiduría y discernimiento. En este estado se pueden ver las cosas de todos los
colores, no sólo blancas o negras.
Es un momento grande de renovación, como cuando llueve y se
limpia la atmósfera, entonces nuestros ojos pueden ver mucho mejor el “prana”
en el que estamos inmersos, que estamos absorbiendo continuamente. Según sea la
calidad de lo que estamos alimentando nuestro interior, a todos los niveles,
nuestro cuerpo energético lo va a sentir, y así serán las señales que
recibimos, las respuestas.
Saturno tiene un carácter estructurado y conservador, Urano
tienden al cambio y la transgresión. Esta es la situación, que se han de
combinar para que todo funcione a la perfección, y podemos ver la oportunidad
que hay en ello, sí, porque el trígono de Urano apoya este trabajo. Y cada uno
puede utilizar esta energía que se está destilando, que está vibrando ahora.
Conecta con esto para fluir adecuadamente, para caminar con menos tensión.
Saturno tendrá que perder sus miedos, es ahora la
oportunidad para muchas almas, abrir la conciencia al cambio que trae Urano y
colaborar en armonía juntos. La resistencia desgasta. Dar demasiadas vueltas a
las cosas, también. Hay que centrarse, tomar esta decisión, bien anclado, con
las ideas claras, sin rigidez, pero tener discernimiento e inventiva.

Urano quiere destruir estructuras saturninas, reformar,
liberarse del control saturnino, los ideales son grandes y elevados, pero no hay que caer en fanatismos. Con Saturno tenemos bien activo el instinto de
supervivencia, como si no hubiera otra cosa, se quiere la seguridad, tener cubiertas las necesidades físicas,
y esto hay que vivirlo con serenidad, para evitar confusiones y manipulaciones,
desde el miedo se distorsiona, no se sabe bien adónde ir ni qué hacer, qué es lo correcto, y en estas circunstancias siempre aparece alguien que aprovecha para manipular, dominar y decir lo que es mejor. Así que desde el amor, la fraternidad todo encaja
perfectamente, desde el compartir y la generosidad, así se vibra en abundancia, solidaridad, y esto hace sentir alegría.
Urano es progresista, quiere modernizar, se aburre, se cansa, tiene muchas ideas, es movimiento, aunque a veces se
le pueden ocurrir cosas estrambóticas, estrafalarias, exageradas, utópicas, chocantes. En todo
caso, trae reforma, progreso, cambio, originalidad, es lo imprevisto. Pero
puede ser extremista y radical y ahí puede moderar Saturno entonces.
El regente de Capricornio es Saturno y está ya en Acuario,
junto con Júpiter, así que el elemento Aire
nos interesa más que nunca. Es tiempo de aprender, ahora es un momento de
experiencias nuevas, hay que comparar, tiempo de adaptación, de analizar, moderar.
Habrá revelaciones, si las buscas. Habrá una mayor comprensión.
Pero procuremos no caer en la inconstancia, las prisas, los
nervios, la impaciencia, no nos quedemos en lo superficial, procuremos ser
consciente de cuando hay una excitabilidad exagerada y por qué. Y procura
pasear por la naturaleza, por lugares donde tengas tu espacio, amplitud,
tranquilidad, favorecerá a tu sistema nervioso.
Acuario está relacionado con el arquetipo del “servidor”, es
la conciencia de grupo, cada uno somos una uva del racimo, es la unidad universal, la liberación, el amor libera,
se consigue la paz interior, la calma, este es el éxito. Recordemos entonces,
siempre, la alimentación de la mente es tan importante como la del cuerpo, estemos
muy atentos a nuestros filtros, que cada uno establezca a este respecto su
propia hegemonía. Así podrá haber armonía.
Textos de Alice Bailey:
Del libro: Astrología
esotérica