“Como es arriba es abajo; como es abajo es
arriba”. (Ley de Correspondencia, El Kybalion)
Si miramos la
carta astral del próximo día 29 de este mes de Julio 2013 (lunes), podremos
observar que los diez planetas están conectados entre sí y delinean una figura
denominada Sello de Salomón. Observemos este hexágono, arquetipo que representa la comunión y la integración
de las fuerzas opuestas, yin y yang, propiciando y fijando el equilibrio.
Las conexiones
entre los planetas realizan un intercambio muy dinámico y variado en el
interior de la figura donde se forman otras figuras. Nosotros nos vamos a
concentrar en el hexágono que contiene todas esas fuerzas dinámicas. Este es el
panorama en el Cielo, Arriba. Y Abajo, en nuestro interior, somos invitados a ir
a nuestro centro, a permanecer en nuestro centro para poder asimilar y utilizar
de manera alquímica estas energías celestes y las energías que dentro de
nuestra psique y de nuestro cuerpo están bullendo. El alma puede realizar en
estos momentos un gran trabajo evolutivo: estemos conscientes, centrados. Ir al
centro es crear un espacio interior de paz y sosiego, de calma, de respiración
calmada consciente, de silencio y serenidad, de luz e irradiación de amor hacia
nosotros mismos, hacia todo ser humano, hacia el planeta, hacia el Cosmos,
hacia la Galaxia.
Observando la
figura (hexágono formado por sextiles), apreciamos que se establecen los
vínculos a través de los signos de Agua y Tierra.
"Cubres también con agua los espacios más altos con los cuales, a través de secretas
cataratas, empapas la tierra de
nuestro CORAZÓN para que abunden sus frutos de trigo, vino y aceite y no nos
afanemos inútilmente en busca de nuestro pan sino que quienes buscamos
encontremos, los que encontramos nos alimentemos y experimentemos cuán dulce
eres.” (Espejo de la Caridad ,
capítulo I, de Elredo de Rieval).
La tierra como
símbolo de nuestro cuerpo, la
Tierra que nos nutre, la tierra como símbolo de lo que es
práctico, la SUSTANCIA
en la que se ha manifestado nuestra etérea alma. El agua como símbolo de
nuestras emociones y sentimientos, de la inestabilidad y del cambio, de la
frescura y la vitalidad.
Desde nuestro
centro podremos alcanzar y experimentar la armonía de nuestras emociones
sintiéndonos anclados, estables, seguros, a pesar de los cambios a los que nos
estamos adaptando y que nos proponen otras formas de vida en otros lugares de
la tierra.
Reunamos desde
nuestro centro nuestras energías para que puedan manifestarse en la materia con
toda la fuerza del poder creador que nos ha sido conferido, permitiendo que el
Agua del Espíritu riegue y regenere las heridas de nuestro corazón. Es un día
de renovación y recreación, de reequilibrado energético, de mayor unidad y mayor
armonía. Podemos crear un espacio para ello.
De esta manera
podremos renovarnos físicamente, renovar nuestra vitalidad y conciencia, nuestro
corazón, nuestra potencia creadora, el Sol. Emocionalmente, Luna. Mentalmente,
Mercurio. Afectivamente, Venus. Gracias a la energía de Marte, salimos de la
inercia estática y nuestra energía se convierte en dinámica con capacidad para
tomar iniciativas. Para poder expresar nuestra esencia potencial y
expandirnos(Júpiter), trabajando adecuadamente con nuestra Sabiduría y
siendo conscientes de nuestros límites (Saturno), realizando los cambios
necesarios en la escucha de nuestro genio interior (Urano). Siempre guiados por
la Fuerza del
Espíritu que nos conduce a la
Unidad y la Fraternidad
Cósmica y Galáctica (Neptuno). Yendo al fondo de nuestra
esencia a través de la energía de Plutón, que nos permite bucear hacia los
espacios más escondidos de nuestro ser para resurgir renovados y resucitar,
renacer.
No perdamos la
ocasión que nos ofrece esta energía para que nuestro corazón se renueve y la
luz, el amor y la sabiduría de nuestra Alma sigan guiándonos para realizar su
misión y seguir progresando en su evolución, como decía Dane Rudhyar: “Deliberadamente, obstinadamente y con una
confianza total” (L’Astrologie de la Transformation ).
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