La
energía de Capricornio resulta exaltada en esta lunación de diciembre al
encontrarse en el signo, aparte del Sol y de la Luna, los planetas Mercurio,
Venus y Plutón, formando lo que denominamos en lenguaje astrológico un stellium.
Como
Venus (situado al final del stellium)
rige el Nodo Norte, situado en el Ascendente Libra, vamos a enfocarnos ahora en
la meditación de la Luna Nueva desde aquí. Invocamos el principio de armonía
para guiarnos a lo largo de las próximas semanas. Venus, en conjunción con
Plutón, nos invita a transformaciones a través y mediante las relaciones, un
Venus en su expresión superior, en la expresión de la bondad y la belleza.
Puesto que Capricornio es una energía de Tierra Cardinal va a resultar que nos corresponde
ocuparnos de todo lo que tenga que ver con lo físico, lo material, las estructuras, el mundo de las
formas, lo práctico, teniendo en cuenta los límites. Capricornio nos pide
ocuparnos de aquello que es nuestra máxima vocación en la vida en el ámbito
social. Pero vamos a ir mucho más allá, vamos a entrar en nuestro interior
porque está Plutón en esta reunión de planetas y nos pide seguir la guía del
Espíritu para incorporar, utilizar, gestionar y aprovechar estas energías activadas
en la lunación. Plutón moviendo a todos estos planetas va a traer a la
superficie de la conciencia ciertos complejos, para que podamos liberarnos de
pautas inconscientes, de mecanismos de autodefensa inapropiados y nos afirmemos
en lo que somos y queremos expresar, ser, desde la armonía, hacia la armonía,
respecto a nosotros mismos y en nuestras relaciones. Es momento de
transformación, de revisión de nuestras ideas, de nuestros valores, de nuestros
fundamentos existenciales.
La
lunación ocurre en la casa III, la casa de Géminis, pensamiento, comunicación,
gestiones administrativas. En general, creo que esta lunación en sus primeras
horas ha podido provocar cierto malestar a algunas personas, nerviosismo,
pesadillas nocturnas, sueños intranquilos por sus imágenes, inquietud interior,
sentirnos irritados, malhumorados, enfadados, frustrados. En principio,
precisamente por ser Capricornio, puede que tengamos obligaciones,
responsabilidades pendientes de realizar y que hemos de sacar adelante, aunque
nos cueste. Puede ser más complicada la comunicación, más intensa, los
pensamientos a veces más obsesivos; se puede tender al aislamiento, al
ostracismo, este es el peligro de mantenernos rígidos, movidos por aquello que
en nuestro interior está más cristalizado, o explosionar y que nuestras
respuestas sean duras, exigentes, algo violentas -algo que puede apoyar el
inquieto, impaciente, imprevisible, irritable, caótico, impulsivo Marte en
Acuario, y Urano está en Aries en cuadratura con Mercurio-Plutón-Venus. Para
los nativos de Acuario y de Aries (o personas que en su carta natal tengan
planetas en estos signos) puede que sea todo sea más frenético, cuentan con
impulso interior, energía, pero es una situación delicada en cuanto a las
relaciones, el contacto con los demás, habrá que evitar los extremos, la
extenuación de las fuerzas, la radicalidad, las expresiones compulsivas,
desagradables, con ira. Al fin y al cabo, Saturno está dejando atrás Escorpio,
así que seguimos depurando aún restos que están por ahí escondidos en los
pliegues más recónditos de nuestra conciencia, nos confrontamos a la realidad
emocional interior. Lo importante es darse cuenta de esto, de que podemos reaccionar
de manera equivocada a las circunstancias, de que nuestro comportamiento puede
ser exagerado, desmedido, de que el detonante externo nos está poniendo en contacto
con situaciones internas que hemos de trabajar, armonizar. Volvemos al
principio de armonía como tema principal. Vamos a poder aprovechar este cúmulo
de energía precisamente por la cuadratura que nos dinamiza, nos da la fuerza
para actuar, y el sextil de la lunación con Neptuno apoya este proceso, Neptuno
está facilitando este trabajo activando las energías de nuestro corazón,
recordándonos la importancia de subir un poco más de nivel, aprovecharnos de la
energía del Amor incondicional, podemos tener ayuda si nos paramos, nos
serenamos. El sextil de Marte y Urano, en recepción mutua, activa la sabiduría
interior, el genio uraniano, que nos guía y propicia que nos lleguen mensajes de apoyo para este trabajo tan
intenso que se inicia hoy, y que a lo largo de las próximas semanas podremos ir
realizando, con fiestas y celebraciones por medio. Precisamente porque tenemos
por delante seguramente encuentros y reuniones debido a las fiestas de la
Pascua de Navidad, tengamos en cuenta esta predisposición y no olvidemos el
principio de armonía, recibiremos inspiración, ayudas, apoyo, guía.
No
obstante, evitemos situaciones y personas muy difíciles y complicadas cuando
nos sintamos con pocas energías, descansemos lo necesario (la flor de Olive y
las flor de Oak del sistema de Bach nos ayudan a reponer fuerzas), cuidemos la
alimentación para que el sistema nervioso se mantenga en buen equilibrio; en
nuestros intercambios cuidemos nuestra expresión, comunicación, ejercitemos la
paciencia (la flor de Bach Impatiens nos ayuda). Y, tal vez, también hemos de
retirarnos algunos momentos para poder recargarnos, serenarnos, reconectarnos a
la Fuente, ver objetivamente y sentir y escuchar esta inspiración del Cielo
para guiar nuestros próximos pasos.
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