El viernes 25 de este mes el planeta Saturno se tornará Directo a
21º de Sagitario (en la misma semana, días después, del eclipse de Sol, el lunes
21, Novilunio a 28º de Leo, Marte
está cerquita, a 20º del mismo signo; el Sol y la Luna estarán en trígono con Saturno
y con Urano en Aries (a 28º), formándose
así un Gran Trígono de Fuego).
El día 20 de
diciembre de este año, Saturno entrará en el signo de Tierra de Capricornio (Cardinal). “Capricornio es
el signo de salida de la Tierra al plano superior a través del portal de la
muerte.” (Ekkirala Krisnamacharya,
Astrología espiritual). Como todavía quedan por delante algunos meses, no
nos centramos ahora en reflexiones al respecto. Nos vamos a centrar en el PRESENTE.
Recordar, por otra parte, que desde el domingo 13 de agosto Mercurio
está Retrógrado, ya en oposición con Neptuno, lo que puede sugerir varias
circunstancias o tendencias, tanto individuales, grupales, como sociales:
- menos comunicaciones, más silencios, a no ser que sean para contactar de
alma a alma, en profundidad, compartir desde la confianza y la apertura de
corazón;
- confusión en algunas comunicaciones, tendencia a la manipulación,
al engaño, la mentira. Habrá que estar pendientes de “lo que nos cuentan y cómo” para no
bajar nuestra vibración y permanecer en nuestro centro y en la serenidad;
- oscilación entre lo excesivamente racional y lo
excesivamente emotivo;
- polaridad entre pensamientos de pánico y miedo y momentos
de excesivo control mental llegando a la rigidez de ideas.
Excelente, sin embargo, si queremos planificar algo
creativo, tendremos a nuestra disposición material suficiente práctico e
inspiración si nos concentramos, si entramos en estado de meditación.
Pensamientos sanadores para trabajar nuestro interior o para
proyectar en otras personas, grupos, a nivel mundial.
Y aún Mercurio está
en trígono con Plutón, son los dos únicos planetas que cambian de ritmo este
mes de agosto, Mercurio y Saturno. Con Mercurio hemos de tener en cuenta que
puede generar en las relaciones problemas debido a la diferencia de opiniones,
así pueden chocar los egos si no se trabaja la tolerancia y el respeto, la
aceptación de los diferentes puntos de vista de las situaciones y de la
realidad subjetiva. En resumen, hemos de permanecer en la vibración de la
unidad apartando el orgullo y la soberbia la mayoría de las veces, evitando el
fanatismo, el deseo de controlar emocionalmente a los demás y ofrecernos esta
energía para avanzar nosotros en el desarrollo de una voluntad más
fuerte, hábitos mentales más sanos, purificar nuestros pensamientos (ayudémonos de las flores de Bach) para saber dirigir nuestra fuerza positivamente. Es la única forma de
salir de la dualidad y permanecer en la sabiduría, romper la atmósfera de
ilusión destructiva y de dolor que pudiéramos crear o que puedan crear otros,
ser más libres (Nodo Sur en Acuario) desde la fuerza del amor (Nodo Norte en
Leo).
Como siempre, hemos de ubicar el cambio de dirección de un
planeta según su tránsito por la propia carta astral, para ver si contacta con
algunos de los planetas natales, y en todo caso es importante la Casa en la
cual se ubica el planeta que cambia de dirección porque vamos a sentir que los
asuntos relativos a la misma se activan, cobran importancia, debemos ocuparnos
de ellos, dedicarles tiempo, energía, atención, conciencia. No es lo mismo un tránsito por una Casa de Agua (IV-VIII-XII)
que por una de Aire (III, VII, XI), y hay mucha diferencia entre una Casa de
Fuego (I, V y IX) y una de Tierra (II, VI y X). Ocurre lo mismo con el tránsito
de Saturno estas semanas por los diferentes ejes: encuentro, posesiones,
pensamiento, individualización, relaciones, existencia. En cada uno de estos
ejes estamos evolucionando interiormente, dándonos cuenta de pautas nocivas por
una parte, pero también de los cambios que queremos hacer para no seguir
sintiéndonos limitados, cansados o sobrecargados. En todo caso la energía de
Saturno ha de ser aprovechada para adquirir mayor conocimiento y sabiduría, así
pues respecto a las experiencias que estemos viviendo es esencial ser
conscientes de lo que decimos, de lo que pensamos, de lo que hacemos para poder
aprender y no repetir situaciones que conllevan sufrimiento, cuánto más se
libera uno de la ignorancia, más el sufrimiento desaparece, no tiene razón de
ser.
La energía de Saturno nos invita, ¡u obliga!, a asumir
responsabilidad, a madurar, lo que puede parecernos en un primer momento como
situación de frustración y limitación, se despiertan nuestras defensas, o
queremos ser muy efectivos, productivos y perfeccionistas, llevado a un extremo nos volvemos exigentes con nosotros mismos –y
lo peor, ¡con los demás!. Estamos probando nuestra potencia interna y vamos a
descubrir en nosotros capacidades nuevas que habíamos desconocido hasta
entonces, esto será muy revelador durante la primera vuelta de Saturno por
nuestra Carta Astral. Pero con Saturno tenemos que saber dosificarnos, no perder
interiormente la flexibilidad, adaptación, evitando así la rigidez, y otro
tanto respecto a nuestro cuerpo físico, que se traduciría en huesos,
articulaciones, músculos rígidos. Si nos vamos al extremo, excesivo trabajo, acabaremos agotados y enfadados interiormente.
Internamente pudiéramos sentir miedo y culpa respecto a los
asuntos de ese sector de nuestra vida, lo cual nos obliga a afrontar nuestros complejos y traumas para encontrar el
punto de equilibrio, y tomarnos el tiempo (también asociado a este planeta)
para hacer reajustes. Inevitablemente, en muchos momentos necesitaremos
períodos de soledad y retiro para “reprogramar” actitudes, puesto que nuestro
enfoque está en un momento de transición hacia otro nivel diferente. Hemos de
aprovechar este período para saber mejor
quiénes somos y qué queremos en los asuntos relativos al área por el que
transita, en concreto, el esfuerzo y la disciplina merecerán la pena a la
larga.
¿Cuáles son los complejos más corrientes que experimenta una
persona?: El complejo de culpabilidad, el complejo de Edipo, el complejo de
Electra, el complejo de dios, el complejo de inferioridad. Cuando actuamos
desde un complejo, y cuánto más inconsciente más grave será, nuestra postura
interna suele ser drástica y se suelen tener reacciones desde la desesperación
y la angustia, lo que puede traducirse en una conducta poco o nada social.
Dane Rudhyar nos indica en Un mandala astrológico que este grado de Sagitario corresponde a “aprender
por imitación”, a seguir avanzando, liberándonos, creciendo asumiendo las
cualidades, a modo de ropajes, de aquellas personas que para nosotros son “maestros”
que nos guían y nos parecen ejemplos a imitar. Es como si nos pudiéramos
disfrazar y parecer “esa persona a quien valoro, admiro y venero”, como si yo
fuera esa persona, ese ser especial a quien otorgo un halo luminoso (¡la
semilla está en el interior de uno!. Esta máscara que se adopta, este disfraz
impulsa el desarrollo interior propio respecto el alma a quien queremos
parecernos. Estoy segura que en estas semanas estamos encontrando pistas y
personajes importantes –si no los tenemos de antes- que nos ayudan a superarnos
en las diferentes áreas por las que pueda estar Saturno en tránsito en la Carta
Astral de cada uno de nosotros. ¡Tengamos paciencia, humildad y constancia! ¡Y no
perdamos la capacidad de juego y el humor!
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