Sentimos intensamente al mirar al cielo la potencia de esta
Luna llena (ayer) que todavía durante unos días nos puede influir, a unos más
que a otros, pero evidentemente a las masas (si se forman) en alto grado, somos
más del 70% agua. Si nos fijamos, no hay planetas en signos fijos (Tauro, Leo,
Escorpio, Acuario), y tan sólo Neptuno
está en un signo de Agua, en su domicilio, en Piscis.
Los signos fijos son los que nos facilitan la estabilidad,
la confianza en uno mismo, pero también hay una inclinación a la intolerancia,
la falta de adaptación, la mezquindad, el comportamiento terco. Habremos de
buscar el equilibrio respecto a esta modalidad expresada en la Cruz Fija.
El agua está relacionada con la emoción y el sentimiento, y
para poder entender estas energías tan intensas (por estar Plutón implicado)
habremos de mantener esta cualidad, empatía, ternura, sentimiento de la unidad
en la comunidad (pareja, familia, vecinos, patria, mundo, universo), pero hacer
como el águila y tomar distancia, subir la vibración, alejarnos de todo lo que
nos ocurre y ocurre en el entorno, momentos de silencio para escuchar la voz de
la sabiduría, del alma. Sólo ascendiendo, elevando el vuelo, podremos tener una
visión de conjunto adecuada para implicarnos, tomar decisiones y utilizar las
energías para este proceso de transmutación, llegar al fondo y luego,
impulsados, resurgir.
¿Qué hay que hacer que por pereza e inercia no hice y valoro?
Este sería el diálogo entre Venus, Marte y Saturno, entre Virgo y Sagitario
ahora. Serán días en los que muchas personas se habrán de ocupar de hacer
gestiones, trámites, preparar documentación. Es momento de diálogo,
intercambios, comunicación, y será aconsejable evitar tensión excesiva, ni angustias
ni estrés son buenos amigos, la precipitación y las prisas no van a ser lo
ideal justo estos días. Estamos a mitad del ciclo (la Luna nueva fue el pasado
20 de septiembre en Virgo) tenemos que
seguir teniendo presente los rasgos menos positivos de este signo para vivir
nuestro día a día, sobre todo en lo que respecta a emociones y sentimientos
suscitados por las circunstancias de nuestra vida cotidiana, con la tensión
entre Aries y Libra, la virtud y la solución está en encontrar un punto de
equilibrio en el medio.
En Virgo desequilibrado podemos encontrar egoísmo, duda, inconstancia,
escepticismo, sarcasmo, crítica, intrigas. Pero en su aspecto luminoso y
evolutivo encontramos que pueden ser minuciosos, detallistas, humanitarios, hay
honestidad, orden, bondad, modestia.
No podemos aún dejar de sentir las energías de los eclipses
de Agosto, en el eje Acuario-Leo, con esta Luna llena en el eje Aries-Libra
sería imposible, por la resonancia común entre Aries y Acuario en su expresión
negativa; y aún se pudiera notar su manifestación en algunas personas de manera
no constructiva y exagerada, por lo que hemos de seguir siendo cautos respecto
a decisiones, atentos para aprovechar ocasiones, pero sin que la impaciencia,
la soberbia nos ciegue. Virgo nos llama de nuevo al orden y al sentido
práctico, a tener en cuanta a todos los miembros de nuestra comunidad familiar,
social, humana. Lo positivo de Leo es la nobleza y lo positivo de Libra es
encontrar caminos que beneficien a todos, sólo habrá que vencer esa tendencia a
las prisas, al exceso de individualismo, de rebeldía egoísta que pueden
manifestar tanto Aries como Acuario, como arquetipos energéticos que se
proyectan en personas que vibren en esta sintonía de “yo, mi”, los excesos se
pagan. En todos los ámbitos, personal, familiar, la comunidad, planetario,
universo.
En la Luna llena Plutón
es el punto focal de la oposición, y está en contacto con Marte (acción,
agresión) y con Venus (valores, dinero). A nivel emocional Plutón puede hacer
estallar de manera descontrolada y compulsiva la ira reprimida, los deseos
inexpresados y no reconocidos de frente, lo más ancestral y primitivo. Cuando
Plutón domina puede haber la tendencia al retraimiento, a apartarse, recluirse
o aislarse –el peligro es convertirse en poco sociable o inadaptado. Con Plutón
hemos de saber canalizar su energía al exterior adecuadamente para que no se
vuelva autodestructiva hacia dentro de uno mismo, todo lo que se convierte en
obsesión e induce a comportamientos compulsivos habrá de ser transformado
adecuadamente, y Plutón tiene esta capacidad, con paciencia, con ingenio, se
consiguen procesos de autorregeneración. Y tal como se relaciona Plutón en
tensión con Sol, Luna, Mercurio, habrá que ayudar con toda la conciencia
despierta y lúcida para canalizar estas energías de manera positiva, creativa y
armonizadora, es posible, sólo hace falta voluntad, propósito, lucidez,
madurez, seguir manteniendo ese equilibrio entre el Cielo y la Tierra.
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