Una buena propuesta para una velada más que agradable. Es una película romántica, pero no únicamente. Está enmarcada en la época post Segunda Guerra Mundial. Nos cuenta una parte de la historia de una pareja. Esta película es una propuesta excelente para abordar muchísimos temas, los que harán madurar el amor a la pareja protagonista juntos, nos van a exponer, por ejemplo:
- la ambición de uno de los miembros de la pareja proyectado en el otro, querer imponer el propio ritmo y anhelos no vividos; increíble lo bien que se lo toma su marido, tiene un aplomo ejemplar, se trata de no entrar en conflicto inmediatamente, manifiesta templanza, no hay dramatismo emocional en la energía masculina;
- la firmeza de propósitos y valores de los personajes, nada les desvía de su proyecto, si acaso hacen algunos ajustes necesarios saliendo de alguna tentación de rigidez e inmovilidad que estancaría su energía amorosa;
- los recuerdos del trauma de una vivencia tan fuerte e intensa como es la de un soldado que participa activamente en un conflicto bélico y cómo no permite que eso le traumatice y bloquee para el resto de su vida, ni mucho menos, al volver a la jungla de asfalto y desempeñar su profesión y formar una familia parece que todo lo que tuvo que pasar le ha formado como una persona más madura, tiene dignidad, sabe lo que quiere y lo que no quiere;
- el amor, como energía bien integrada en los pareja protagonista y en algunos otros personajes, como el juez que ha de ocuparse de dos asuntos importantes de la pareja. El amor es una fuerza para superar cualquier prueba, incluso esos malos entendidos que pueden darse en la convivencia con sus imprevistos, la ética siempre inspira acciones nobles;
- el amor propio y el sentimiento de valía y nobleza personal para decidir cualquier asunto importante, máxime el trabajo de cada día, cómo y en qué condiciones ganarse el pan, no se admite ninguna mediocridad, no se trata de sufrir, sino de desempeñar una labor que engrandezca el alma;
- el diálogo abierto y la sinceridad absoluta para afrontar cualquier situación por complicada que venga;
- la responsabilidad, asumir las consecuencia de los actos y decisiones en cualquier etapa de la vida
El año en la primavera
El día en la mañana
La mañana a las 7
Cuando las colinas aparecen perladas de rocío
La alondra acurrucada
El caracol en el espino
Dios en el cielo.
Todo está en paz en el mundo
The year’s at the spring
And day’s at the morn;
Morning’s at seven;
The hill-side’s dew-pearled;
The lark’s on the wing;
The snail’s on the thorn;
God’s in his heaven-
All’s right with the world!
Astrológicamente, voy a dar unas pinceladas de algunos puntos importantes de los actores principales. Tenemos el arquetipo de Aries encarnado por Gregory Peck, este actor nace con el Sol en este signo. Y, por otra parte, Jennifer Jones nace con el Sol en Piscis (conjunción Luna y Mercurio en trígono a Júpiter), en un principio parece una pobre víctima, pero la estabilidad del marido -G. Peck tiene la Luna en Tauro- inspira que surja en ella las mejores cualidades que ya tiene, la generosidad y la compasión. La emotividad de la protagonista femenina está bien servida, J. Jones tiene a Lilith en el signo de Escorpio, aún más intensidad emocional, pero va a salir triunfante al enfocarse en cómo integrar el desapego para sobreponerse a pautas destructivas, elige la vía de la sublimación, lo que cuenta es el amor incondicional y las buenas intenciones sostenidas por obras en sintonía total, coherencia.
En cuanto a la Lilith en Cáncer de G. Peck resulta muy expresiva en su constante afán protector, tanto en su experiencia en Italia como ya en su vida de post guerra.
Preparamos todo una vez más para otra interesante sesión de cine clásico.
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