NEPTUNO
RETRÓGRADO en PISCIS – desde el 5 de Junio y hasta el 11 de noviembre
El
etéreo Mercurio está en su signo disponiendo así de toda la fuerza irradiadora
de su energía.
Lo
más importante es conocer qué tipo de influencia puede ejercer un planeta sobre
nuestras vidas, porque al fin y al cabo todos estamos deseando de alguna manera
poder controlar elementos ajenos que puedan influir en nuestra voluntad y
restarnos libertad… O, acaso en muchas ocasiones no tenemos conciencia de que
esto precisamente está ocurriendo y nos creemos muy dueños de nosotros mismos y
de nuestro destino, cuando precisamente vivimos cada día adormecidos en los
brazos de imaginaciones y ensueños, de fantasías y deseos que tienen ocupada
nuestra conciencia de vigilia. De esto trata precisamente en muchas ocasiones
Neptuno, de imbuirnos en una nebulosa en la que lo que aquello que nos parece
real resulta muy al contrario, irreal y,
en definitiva, estamos siendo manipulados de manera sutil sin darnos cuenta. Al
fin y al cabo es lo que ocurre cuando compramos compulsivamente, cuando fumamos
o bebemos compulsivamente, cuando leemos la prensa diaria compulsivamente,
cuando vemos la programación de la tele compulsivamente sin buscar opciones más
personalizadas, cuando salimos o programamos mecánicamente nuestro tiempo libre
llevados por la rutina y los convencionalismos, cuando procedemos medio
hipnotizados siguiendo las reglas generales del colectivo sin esforzarnos en lo
más mínimo por averiguar quién soy y qué quiero de verdad, qué me motiva y da
sentido a mi vida.
Puesto
que Neptuno impacta con su fuerza vamos precisamente a cuestionarnos respecto a
todos estos rasgos adictivos y compulsivos, son pautas con las que podemos estar
viviendo nuestra existencia medio en trance. Es hora de saber a quién o a qué
hemos entregado nuestra voluntad, y, aunque duela, ir comprendiendo que no
merece la pena vivir muriendo, que de esto también nos habla Neptuno, porque
esta manera de vivir es como una lenta descomposición orgánica de todo nuestro
ser por apatía, por comodidad, por miedos, me desintegro para formar parte de
otra realidad más vasta que yo mismo. Pero elijamos al menos despiertos a qué
realidad o Realidad vamos a entregarnos…
Siento
acercarme a la cara más oscura de Neptuno así al empezar, pero creo necesario
reconocer su extraña influencia sobre nosotros antes de pasar a los dones y
atributos que también puede regalarnos, pero que serán degustados en su
plenitud por una conciencia despierta y guiada por la sabiduría de nuestras
almas para cumplir nuestro destino en esta vida y en este planeta, aquí y
ahora.
Será
importante atrevernos a ser sinceros y no vivir en el engaño, ni mentirnos ni intentar engañar a los demás,
porque será entonces imposible caminar por esta espesa niebla con la cabeza
fresca y guiados por la sabiduría interna. Entregar mi voluntad y olvidarme de
mi mismo supone renunciar al don maravilloso que se me ha entregado, escuchar
la guía de mi corazón y desplegar con la fuerza que le es propia mis alas para
desarrollar mis talentos y dones, vivir en plenitud una vida que no es sólo
para mí mismo en exclusiva, sino con la conciencia de unidad y hermandad.
Aunque
parezca imposible, difícil, duro en algunos momentos, siendo honestos y
permaneciendo tranquilos pero despiertos, Neptuno también se ocupará de
hacernos llegar su consuelo, de hacernos beber la copa del éxtasis que nos
transportará y regenerará por encima de cualquier dificultad, desánimo y
agotamiento que podamos experimentar o sentir en momentos concretos. La vía de
Neptuno es la del corazón, la Belleza es afín al Amor porque el Amor comprende
la Belleza, y la Belleza está ahí rodeándonos y es gratis, es la reconexión a
través de la contemplación y mediante el hilo conductor que nos une a la fuerza
Creadora a la Luz y al Amor Eternos.
La
vía de Neptuno es la música, el arte, la poesía, el color que encontramos en
una puesta de sol, en la escucha del cántico de un pájaro, en el brillo y el
calor de nuestra mascota que se nos acerca y nos ofrece su amistad, en la brisa
que nos acaricia, en el sol que nos recarga, es la montaña que me ofrece su
firmeza, está en el agua del mar que nos abraza y envuelve, en los árboles y
las flores que con su frescor y su perfume nos envuelven y recargan. Más allá
de mí y permitiéndome la fusión con la Naturaleza encuentro de nuevo el camino
de regreso a casa, a mi hogar, pero sigo estando aquí si aún es mi tiempo y debo
cumplir, hacer o recibir. Neptuno es el tiempo de la escucha y desde ese estado
pasar a la acción solidaria.
Como
veis Neptuno tiene el propósito de salvarme de mi despiste actual, de
recordarme mi origen, no para sentirme superior a otros seres y creerme un
redentor que impone unas creencias y pautas de vida que se han de seguir con
rigidez, tampoco para sentirme salvado por otros. Neptuno me permite vivir una
Comunión cuya esencia es la Libertad, el Respeto y alcanzar estados de
bienestar mutuos.
No
es tan difícil pues entregarse a Neptuno, simplemente hemos de hacerlo despiertos
para que no se convierta en una trampa de letargo y apatía, en un placer
egoísta puramente personal, porque entonces no estoy conectado con Neptuno en
su realidad, sino con fuerzas de involución que precisamente me atrapan e
impiden elevar mis alas y desplegar mi potencial.
La
diferencia parece pequeña, precisamente por ello exige atención, esta es la
clave, poner atención, tener la mente despejada y el corazón activo, de esta
manera la energía puede pasar al cuerpo y ser activa en la contemplación.
¿A
qué signos podrá afectar con más intensidad?
A
los Piscis y Virgo nacidos entre los días 23 y 3 de los meses de febrero y de
agosto, respectivamente.
También
a los Sagitario y Géminis de los primeros grados de estos signos.
También
podrá afectar a otros signos que tengan en estos primeros de Piscis algún
planeta personal, la Luna, Mercurio, Venus o marte.
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