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23 julio 2012

Dialogar y aprender a caminar sin cargas innecesarias


El Sol ha entrado en el signo de LEO, signo solar por excelencia. También en este signo tenemos a Mercurio, cuyo movimiento actualmente es retrógrado. Ambos se encontrarán dentro de unos días en conjunción.

Leo rige la enseñanza, los hijos, los amores. El amor necesario para traer al mundo una vida nueva y poderle dar una educación adecuada.

Leo también rige el oro, la luz, el amor. Me quiero centrar en estos temas que he ido mencionando. Todos pensamos en las monedas de oro, actualmente no son de este metal, pero sí sigue habiendo una relación entre la economía del país y el oro. Y, en nuestras sociedades, en muchas ocasiones confundimos poder económico con poder general, “tiene dinero, tiene poder”. Poder el que tenían antiguamente los soberanos sobre el pueblo. Un poder que, precisamente, debía y debió siempre estar movido por el poder del corazón, del amor, que es quien otorga la luz a la inteligencia para gobernar con justicia y ecuanimidad, al servicio inteligente y amoroso de la población. Este era el ideal, es el ideal.

La luz está en todas partes, es esta llamada a la expansión de las cualidades irradiantes del amor que puede filtrarse en todas partes.

Mercurio retrógrado en ocasiones puede aportar dificultades en la comunicación y respecto a medios de comunicación y transporte. Pero también aporta capacidad de reflexión. Por lo tanto podemos aprovechar estas semanas para establecer y trabajar para conseguir con los hijos un diálogo basado en la franqueza y la transparencia. Tal vez no siempre sea fácil, pero hemos de permanecer atentos, a los malos entendidos, a las malas interpretaciones. Y podría decir que también sería oportuno para el diálogo entre los hermanos, puesto que habrá conjunción Sol-Mercurio, aprovechemos la luz y la fuerza del Sol inyectada en nuestras mentes y corazones.

La tentación de Leo, cuando está desviado de la conexión de su yo con la Sabiduría Divina, es desviarse hacia el poder personal, ceder al orgullo, a la soberbia y adoptar actitudes déspotas, imponer su voluntad y sus deseos llevados por el egoísmo. Acaso no podemos evitar pensar que no dejan de ser actitudes infantiles que tienen su base en complejos sin resolver y buscan una compensación en el mundo, a través del lujo, la riqueza, el poder, pero se trata de ocultar el miedo interior, la sensación de impotencia, la falta de autoestima y valoración.

Pero la energía de Leo bien encauzada, y cuando la persona está conectada con su yo superior, nos inclina a la generosidad, la sinceridad, la nobleza, la franqueza, un gran sentido del honor, inclinación por altos ideales. Tal vez de una manera dramática y teatrera, pero el potencial está ahí. La energía de Leo es de fuego, es de acción, son personas que necesitan ejecutar.

Tener este conocimiento nos evitará en muchas ocasiones enredarnos en discusiones y confrontaciones con personas Leo, y a ellas dejarse poseer por este tipo de arrebatos, viéndose afectadas también personas que en su carta natal tienen a esta signo fuerte o es de importancia (como sería tener en él al planeta regente del Sol, para un Aries, por ejemplo, Marte en Leo).

Que aprovechen los Leo entonces para establecer estos puentes de comunicación, para hacer trámites, para ordenar papeles, para organizar agenda. Al fin y al cabo aquellos que nacieron entre el 20 de julio y el 30 de julio están disfrutando del tránsito de Júpiter, benefactor y protector, que nos inclina a aprender, a buscar el conocimiento superior, a organizar viajes que eleven nuestro espíritu, que nos puede poner en contacto con personas que guían nuestros pasos, al estilo de Júpiter y de un guía auténtico, alumbrando con su luz el libro interior donde tenemos escritas las lecciones y conocimientos personales, como mediadores entre mi interior y el exterior. Es el viaje de fuera hacia dentro.

Con Plutón retrógrado en estos días muchos Leo no dejan de ser movidos en lo más profundo, ya que Plutón les hace un quincuncio a su Sol. Se trata entonces de revisar temas de poder y autoridad, de autoestima, depurar, soltar, no dejarse bloquear por obsesiones; estar pendientes, si surgen, de celos, envidias, pensamientos negativos, incluso depresivos. Plutón toca conciencia, toca corazón, y a nivel físico puede estar movilizando la zona de la columna vertebral, el corazón, la circulación.

Leo también es movido por Urano, una cuadratura, así que es de esperar que se pueda sentir más impaciente y mental, que Urano pueda abrir de manera imprevista puertas cerradas, para atravesar umbrales, pero esta energía nos exige avanzar, no aferrarnos, continuar, fluir con los cambios, con los imprevistos. Júpiter ayudará, como dije, a mantener la confianza, el buen humor y a sentirse extrovertido y social.

A pesar del amor, o desamor con el que pudiéramos ser concebidos, de la conciencia, o falta de conciencia de nuestros padres en cuanto a nuestra educación, podemos cuestionarnos que somos nosotros quienes elegimos a los padres, el hogar, los hermanos, el entorno, el país, la raza para continuar evolucionando como almas. Esto en muchas ocasiones nos provoca sentimientos de rechazo porque nos obliga a asumir nuestra responsabilidad en lugar de sentirnos víctimas, en lugar de cobijarnos al amparo de aquellos que señalamos como culpables de nuestras penurias, frustraciones e insatisfacciones.

Hemos de reorganizar nuestra vida en función de nuestras propias ideas e ideales, de lo que nos han aportado nuestras experiencias, tomar las riendas y trabajarnos internamente para sentir en nosotros esta fuerza del Sol, planeta que rige a Leo, la fuerza y la luz, la propia valía, activar nuestros propios dones y talentos y darnos siempre la oportunidad de intentar siempre vivir acordes a nuestros valores.


El doctor Edward Bach, que descubrió el poder sanador de las flores, dice algo que nos sirve para unir a los signos opuestos y complementarios de Leo y Acuario, y el sistema floral nos ayuda a ello:



“Mi propósito y empeño es favorecer que los hombres sean incondicionalmente libres…. Que el hombre pueda disfrutar como un pájaro en un cielo claro, sin cargas pesadas a su espalda, independientes.”

De esta manera como escribió Richard Bach, del signo de Cáncer, podemos afirmar y cantar:

"El vínculo que nos une a nuestra auténtica familia, no es de sangre, sino de respeto y goce mutuo"




También escribió el doctor Bach a propósito de la relación Padres-Hijos, hace ya más de 70 años:


“Desde el principio se debería enseñar a los niños a ser independientes, la individualidad de la libertad, incitarles a pensar desde la más temprana edad y a actuar por sí mismos. El control parental deberá ir cediendo a medida que el niño/a va desarrollando la capacidad de dirigirse a sí mismo, y en el futuro a los hijos ninguna idea falsa y ningún falso deber hacia sus padres deberá ser un obstáculo para seguir las directivas de su alma… Los padres son símbolos del poder creador y su misión es divina, pero los padres no han de ser obstáculo mediante restricciones ni trabas para el trabajo del alma del niño/a... Los padres son guardianes transitorios y no han de olvidar que el alma de un hijo puede ser espiritualmente superior, mejor y más grande. El trabajo de los padres ha de limitarse a las necesidades inmediatas de la joven personalidad”.

En el corazón reside la alegría, y los que se dedican a la Medicina Tradicional China saben muy bien que ahora estamos en la época del verano y los órganos físicos que se vinculan a esta época son el corazón y el intestino delgado. Ahí estamos poniendo la atención. A todos nos importa equilibrar la energía de nuestro corazón para poder, entonces, sentir esta maravillosa energía de alegría interior. Tenemos muchas claves para seguir trabajando.

El escritor Richard Bach, en una de las entrevistas que le hicieron recientemente con motivo de la publicación de su último libro, nos dice:

“La realidad no tiene nada que ver con el espacio y el tiempo, la realidad es el amor incandescente y absoluto y cómo ese amor se manifiesta en la vida diaria. Y nuestra misión en la tierra es expresarlo en algo con lo que podamos brillar, aunque ese brillo sea un pequeño punto en el cielo y pase desapercibido al común de los mortales.”

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