El Sol ha entrado en el signo de LEO, signo solar
por excelencia. También en este signo tenemos a Mercurio, cuyo movimiento
actualmente es retrógrado. Ambos se encontrarán dentro de unos días en
conjunción.
Leo rige la enseñanza, los hijos, los amores. El
amor necesario para traer al mundo una vida nueva y poderle dar una educación
adecuada.
La luz está en todas partes, es esta llamada a la
expansión de las cualidades irradiantes del amor que puede filtrarse en todas
partes.
Mercurio retrógrado en ocasiones puede aportar
dificultades en la comunicación y respecto a medios de comunicación y
transporte. Pero también aporta capacidad de reflexión. Por lo tanto podemos
aprovechar estas semanas para establecer y trabajar para conseguir con los
hijos un diálogo basado en la franqueza y la transparencia. Tal vez no siempre
sea fácil, pero hemos de permanecer atentos, a los malos entendidos, a las
malas interpretaciones. Y podría decir que también sería oportuno para el
diálogo entre los hermanos, puesto que habrá conjunción Sol-Mercurio,
aprovechemos la luz y la fuerza del Sol inyectada en nuestras mentes y
corazones.
La tentación de Leo, cuando está desviado de la
conexión de su yo con la Sabiduría Divina, es desviarse hacia el poder
personal, ceder al orgullo, a la soberbia y adoptar actitudes déspotas, imponer
su voluntad y sus deseos llevados por el egoísmo. Acaso no podemos evitar
pensar que no dejan de ser actitudes infantiles que tienen su base en complejos
sin resolver y buscan una compensación en el mundo, a través del lujo, la
riqueza, el poder, pero se trata de ocultar el miedo interior, la sensación de
impotencia, la falta de autoestima y valoración.
Pero la energía de Leo bien encauzada, y cuando la
persona está conectada con su yo superior, nos inclina a la generosidad, la
sinceridad, la nobleza, la franqueza, un gran sentido del honor, inclinación
por altos ideales. Tal vez de una manera dramática y teatrera, pero el
potencial está ahí. La energía de Leo es de fuego, es de acción, son personas que
necesitan ejecutar.
Tener este conocimiento nos evitará en muchas
ocasiones enredarnos en discusiones y confrontaciones con personas Leo, y a
ellas dejarse poseer por este tipo de arrebatos, viéndose afectadas también personas
que en su carta natal tienen a esta signo fuerte o es de importancia (como sería
tener en él al planeta regente del Sol, para un Aries, por ejemplo, Marte en
Leo).
Que aprovechen los Leo entonces para establecer
estos puentes de comunicación, para hacer trámites, para ordenar papeles, para
organizar agenda. Al fin y al cabo aquellos que nacieron entre el 20 de julio y
el 30 de julio están disfrutando del tránsito de Júpiter, benefactor y
protector, que nos inclina a aprender, a buscar el conocimiento superior, a
organizar viajes que eleven nuestro espíritu, que nos puede poner en contacto
con personas que guían nuestros pasos, al estilo de Júpiter y de un guía
auténtico, alumbrando con su luz el libro interior donde tenemos escritas las
lecciones y conocimientos personales, como mediadores entre mi interior y el
exterior. Es el viaje de fuera hacia dentro.
Con Plutón retrógrado en estos días muchos Leo no
dejan de ser movidos en lo más profundo, ya que Plutón les hace un quincuncio a
su Sol. Se trata entonces de revisar temas de poder y autoridad, de autoestima,
depurar, soltar, no dejarse bloquear por obsesiones; estar pendientes, si
surgen, de celos, envidias, pensamientos negativos, incluso depresivos. Plutón
toca conciencia, toca corazón, y a nivel físico puede estar movilizando la zona
de la columna vertebral, el corazón, la circulación.
Leo también es movido por Urano, una cuadratura, así
que es de esperar que se pueda sentir más impaciente y mental, que Urano pueda
abrir de manera imprevista puertas cerradas, para atravesar umbrales, pero esta
energía nos exige avanzar, no aferrarnos, continuar, fluir con los cambios, con
los imprevistos. Júpiter ayudará, como dije, a mantener la confianza, el buen
humor y a sentirse extrovertido y social.
A pesar del amor, o desamor con el que pudiéramos
ser concebidos, de la conciencia, o falta de conciencia de nuestros padres en
cuanto a nuestra educación, podemos cuestionarnos que somos nosotros quienes
elegimos a los padres, el hogar, los hermanos, el entorno, el país, la raza
para continuar evolucionando como almas. Esto en muchas ocasiones nos provoca
sentimientos de rechazo porque nos obliga a asumir nuestra responsabilidad en
lugar de sentirnos víctimas, en lugar de cobijarnos al amparo de aquellos que
señalamos como culpables de nuestras penurias, frustraciones e insatisfacciones.
Hemos de reorganizar nuestra vida en función de
nuestras propias ideas e ideales, de lo que nos han aportado nuestras
experiencias, tomar las riendas y trabajarnos internamente para sentir en
nosotros esta fuerza del Sol, planeta que rige a Leo, la fuerza y la luz, la
propia valía, activar nuestros propios dones y talentos y darnos siempre la
oportunidad de intentar siempre vivir acordes a nuestros valores.
El doctor Edward Bach, que descubrió el poder
sanador de las flores, dice algo que nos sirve para unir a los signos opuestos
y complementarios de Leo y Acuario, y el sistema floral nos ayuda a ello:
“Mi propósito y empeño es favorecer que los hombres
sean incondicionalmente libres…. Que el hombre pueda disfrutar como un pájaro
en un cielo claro, sin cargas pesadas a su espalda, independientes.”
De esta manera como escribió Richard Bach, del signo de Cáncer, podemos afirmar y cantar:
"El vínculo que nos une a nuestra auténtica familia, no es de sangre, sino de respeto y goce mutuo"
También escribió el doctor Bach a propósito de la relación
Padres-Hijos, hace ya más de 70 años:
“Desde el principio se debería enseñar a los niños a
ser independientes, la individualidad de la libertad, incitarles a pensar desde
la más temprana edad y a actuar por sí mismos. El control parental deberá ir
cediendo a medida que el niño/a va desarrollando la capacidad de dirigirse a sí
mismo, y en el futuro a los hijos ninguna idea falsa y ningún falso deber hacia
sus padres deberá ser un obstáculo para seguir las directivas de su alma… Los
padres son símbolos del poder creador y su misión es divina, pero los padres no
han de ser obstáculo mediante restricciones ni trabas para el trabajo del alma
del niño/a... Los padres son guardianes transitorios y no han de olvidar que el
alma de un hijo puede ser espiritualmente superior, mejor y más grande. El
trabajo de los padres ha de limitarse a las necesidades inmediatas de la joven
personalidad”.
En el corazón reside la alegría, y los que se dedican a la Medicina Tradicional China saben muy bien que ahora estamos en la época del verano y los órganos físicos que se vinculan a esta época son el corazón y el intestino delgado. Ahí estamos poniendo la atención. A todos nos importa equilibrar la energía de nuestro corazón para poder, entonces, sentir esta maravillosa energía de alegría interior. Tenemos muchas claves para seguir trabajando.
El escritor Richard Bach, en una de las entrevistas
que le hicieron recientemente con motivo de la publicación de su último libro, nos
dice:
“La
realidad no tiene nada que ver con el espacio y el tiempo, la realidad es el
amor incandescente y absoluto y cómo ese amor se manifiesta en la vida diaria.
Y nuestra misión en la tierra es expresarlo en algo con lo que podamos brillar,
aunque ese brillo sea un pequeño punto en el cielo y pase desapercibido al
común de los mortales.”
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