En 1899, antes de cambiar de siglo, nacieron tres
grandes personajes de la cultura universal: Humphrey Bogart (Capricornio), Ernest
Hemingway (Cáncer), y Fred Astaire (Tauro). Los tres de nacionalidad
norteamericana. Dos actores de muy diferente registro (uno de ellos también
bailarín y cantante) y un escritor muy ligado al mundo cinematográfico.
En esta ocasión quería detenerme más en el Tauro del
grupo, ya que aún el Sol transita por este signo, y aunque Marte ya entró en
Géminis y la conjunción se va diluyendo, vamos a ver cómo Fred Astaire también
nació con estos aspectos de Sol-Marte activos (en cuadratura, estando Marte en
Leo). Y, si alguien pensó que Tauro está ligado a la lentitud, a un cuerpo
voluminoso, a alguien que come en exceso y que vive para el placer “oral”, si
alguien piensa que Tauro prefiere la vida perezosa, sedentaria y estática, ha de
abrirse a nuevas posibilidades respecto a esta energía arquetípica del Toro y
sus múltiples matices.
¿Con qué orquesta contaba Fred Astaire? ¿Cuáles eran
sus energías más notables? Vamos a empezar a tirar del hilo por lo más notable,
a menos a priori.
¿Dónde estaba Venus cuándo nació este actor? ¿Qué
Ascendente tenía?
El expansivo Sagitario se encontraba en el Este
cuando nace el actor, y en este signo está su Nodo Norte; el triángulo de los
signos de Fuego formado por Leo, Sagitario y Aries está activo por la presencia
de planetas interconectados entre sí y repartidos por estos signos.
En la carta astral de Fred Astaire observamos a
Venus en el activo y enérgico Aries, en conjunción con el inquieto Mercurio
(brazos). Además, véanse los aspectos con Saturno, que facilita la disciplina,
el entrenamiento, la consideración de los límites y posibilidades en el mundo
de las formas. Pero si observamos a F. Astaire cuando baila, sobre todo en
pareja, sentimos esa sensación de que está “flotando” en muchas ocasiones.
Urano está muy cerca del Ascendente, ¡ese Urano que nos lleva al Cielo a la
velocidad del rayo!. Y el toque mágico de Neptuno tampoco pasa desapercibido,
la música y la danza van de la mano y también nos pueden transportar al paraíso
las suaves y armónicas melodías. Neptuno está en su casa VII, es escenario
perfecto para llevarnos a todos al mundo de la ilusión, a figuras y roles que
van sucediéndose y alternándose en variedad a lo largo de los personajes de comedia
musical que interpretó en su prolífica carrera en el mundo del cine.
Si alguien contribuyó a dar forma al género musical,
también fue F. Astaire, ahí funcionaron muy bien Saturno y Neptuno en
oposición. Estas energías las supo muy bien utilizar como coreógrafo. Ya vemos
como a veces los temidos, antiguamente, aspectos negativos, tensos, se pueden y
deben aprovechar, y están al servicio de aquello que vinimos a realizar, de
aquello que nos gusta, forman parte de nuestros talentos.
Géminis en su casa VII, donde está Neptuno me lleva
a presentar a sus parejas de baile:
La primera, su hermana Adele (vemos a Mercurio que
rige la VII en conjunción con Venus, que rige la casa X. Además Neptuno en VII,
como pareja de baile, rige la casa III, la de los hermanos).
Después apareció Ginger Rogers, recorrieron juntos un largo camino.
Posteriormente se sucedieron Cyd Charisse, Joan Fontaine, Eleanor Powell, Paulette Godard y Rita Hayworth.
Después apareció Ginger Rogers, recorrieron juntos un largo camino.
Posteriormente se sucedieron Cyd Charisse, Joan Fontaine, Eleanor Powell, Paulette Godard y Rita Hayworth.
Danzar, cantar, interpretar. La misión del
encantador Fred Astaire disponía de todo lo necesario para realizarse, como nos
ocurre a cada uno de nosotros, y en eso debemos centrarnos, en nuestro
potencial. Y, por supuesto, mirando la proyección de la energía que corresponde
a la carrera, en el mundo, en la sociedad, la ELEGANCIA de Libra en el Medio
Cielo queda bien plasmada en sus movimientos y presencia.
Por cierto, ¡creo que somos más de una las que soñaríamos poder bailar
con Fred Astaire! ¡Quién sabe! Tal vez en otra dimensión con otro cuerpo más ingrávido...
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