Observando la Carta
Astral de la Luna Nueva en Sagitario de ayer observábamos la cuadratura de
Júpiter en Libra con Plutón en Capricornio, estando además Júpiter en oposición
con Urano en Aries. Vamos a trabajar un poco de manera más consciente esta
simbología que nos sugiere regente de Sagitario, Júpiter. Para expandirnos y
sentirnos bien, en equilibrio, habremos de ser capaces de aceptar nuestras
sombras, lo que exageramos en nuestro interior hasta la deformación. Esta es la
propuesta también de Plutón, transformar, ir al fondo, y cambiar, es siempre
Urano el que nos guía hacia la renovación.
Para poder avanzar con
mayor alegría y desenfado por la vida, con más paz y conservando el entusiasmo
a pesar de los momentos más difíciles y complejos, hemos de SIMPLIFICAR. Y una
actitud que nos ayuda a ello es evitar los prejuicios y juicios, evitar juzgar.
Podemos observar la realidad del entorno, podemos escuchar y sentir a cada una
de las personas con las que nos relacionamos evitando esta trampa que bloquea y
distorsiona numerosas veces el avance armónico de nuestra relación, y a
relacionarnos nos impulsa la Luna.
Hay un estado que nos
permite ir disipando las emociones que nos producen nuestros juicios y críticas, porque
tras cada pensamiento-idea hay una emoción, más o menos intensa dependiendo
también del carácter innato de cada persona, de su naturaleza, y según sus
costumbres y hábitos, aprendidas y heredadas.
¿Por qué juzgamos y
criticamos de manera destructiva, negativamente? Esta actitud siempre nos
conduce a “separarnos”, nos ponemos por
encima de lo juzgado negativamente, o tal vez por debajo en relación a la
comparación que hagamos.
Seguimos teniendo en
cuenta a la Luna, desde la inclinación que nos da su posición por casa, signo y
aspectos también tendemos a reaccionar a la hora de relacionarnos en la vida
cotidiana.
Por ejemplo, según es
su posición por signos vamos a ver algunos ejemplos, teniendo en cuenta que cada
uno de nosotros es el “modelador” de su personalidad con la voluntad, puesto
que la sabiduría interior nos inspira en sintonía con el corazón lo más neutro
y amoroso para conseguir vivir en serenidad, paz y gozo.
- Aries suele ser muy
precipitado, está asociado a este signo el impulso, así que sus juicios también
pueden ser así, debido a la impaciencia y las prisas se pierde el control y se
puede llegar a ser muy polémico y testarudo.
- Tauro: Se juzga desde
la visión material, desde lo que se valora como valores que se poseen y que el
otro tiene o deja de tener. Un exceso de formalismo tampoco deja ver las cosas
de manera neutra.
- Géminis: Se juzga
teniendo en cuenta cómo habla el otro, o por lo que sabe o deja de saber, o lo
que cuenta, si sumamos a ello una actitud de dispersión ya hemos encontrado
razones suficientes para que el juicio no sea acertado.
- Cáncer: Se juzga
teniendo en cuenta si el otro es afectuoso y lo demuestra, la inmadurez tampoco
favorece un juicio inteligente.
- Leo: Se puede juzgar
debido a la propia vanidad, orgullo, soberbia, aires de grandeza.
- Virgo: Se juzga debido
a la cantidad de detalles que se tienen en cuenta, demasiadas manías no dan un
juicio claro.
- Libra: Se puede
juzgar por la apariencia, la ropa, la belleza, lo superfluo.
- Escorpio: El exceso
de pasión no es bueno amigo de juicios inocuos, al contrario, esta energía
puede convertirse en una de las más hipercríticas.
- Sagitario: Se puede
ser muy altivo y sobrestimarse, también ser precipitado y exagerado cayendo así
en una tendencia a situarse por encima de los demás.
- Capricornio: Se juzga
si el otro es capaz de tener aplomo ante las dificultades, resistencia, control,
esto puede conducir a actitudes rígidas y excesivamente conservadoras.
- Acuario: El
nerviosismo, la agitación, la rebeldía y la falta de organización no favorecen
la calma necesaria para un juicio ecuánime.
- Piscis: Las dudas, el
exceso de ambigüedad, la inestabilidad, huir de los problemas, o tal vez un
exceso de adoctrinamiento tampoco facilita el discernimiento lúcido.
La Luna muestras
tendencias instintivas y espontáneas, tiene que ver con el pasado, con las
costumbres, incluso con herencia de nuestros ancestros. No obstante,
observémonos para ser conscientes de cuándo es desde la mentalidad o desde la
emotividad exacerbada que nos sorprendemos emitiendo juicios. Estamos viendo el
“por qué” de determinados juicios y prejuicios. Y aprendemos a no rechazarnos
por ello, sino a utilizar mejor nuestros recursos interno.
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