Con el Sol recorriendo el signo de ARIES traigo al presente
al actor Robert Walker Jr., nacido en Nueva York el 15 de abril de 1940, y propongo mirar
su carta astral a través de los arquetipos y símbolos que se observan en su
personaje de alférez Pulver, en la película “Valiente marino”. Porque cuántas
veces las personas no son ni mucho menos lo que vemos, ni por su apariencia física
ni por su comportamiento. Al oficial Pulver le ocurre esto, a los ojos de su
padre es el hijo menos válido: tiene un Sol en la Casa XII muy cerca de
Saturno; y ante sus compañeros de barco se repite la misma situación, y todavía más complejo, realiza una proeza que tendrá que ocultar (los famosos bastidores de la Casa XII) superando burlas y humillación. Y todo sin hundirse definitivamente, ¡qué poder de regeneración!. ¡Hablamos del coraje y el valor de la energía de Aries!. Así pues, Pulver quiere llegar a ser importante, el Sol también está en
conjunción con Júpiter y en cuadratura con Plutón, dispuesto a la transformación,
a la metamorfosis, a superar el reto y las dificultades, los contratiempos. Estas fuertes energías le infunden gran fortaleza, resolución,
energía que la conciencia sabe bien qué dirección darle en los momentos más críticos: durante
el naufragio con el capitán y durante la operación quirúrgica al capitán de su barco. Sobre todo es un personaje
que desde esta energía de la Casa XII se ve impelido a practicar el AMOR INCONDICIONAL,
porque siempre termina en situaciones extremas en las que por ayudar no sale ganando ni mucho menos, y en las que se siente interiormente motivado a ir más allá de la
razón, los límites de la lógica y a hacer las cosas a cambio de nada, simplemente por su sentido de la
ética, del deber, de la responsabilidad, de la justicia, tal vez ese
Urano en el Ascendente (y en sextil a la Luna y en trígono a Neptuno) hace que viva en situaciones extremas y radicales según grandes ideales humanitarios,
dispuesto a cortar y cambiar con situaciones que ya no pueden ser, y ayudar –como
lo hace con su capitán- a hacer grandes cambios, desde el gran poder sanador del amor. En el interior del personaje con su aparente sencillez e ingenuidad se despliega el carisma de un médico y psicólogo, de un terapeuta responsable y respetuoso, con autoridad y sentido de la justicia. También la Luna en Cáncer se vincula a Plutón y a Júpiter, y a Mercurio.
Y nos sorprende por esa dualidad, ese extremismo de la oposición Virgo-Piscis,
por la posición de Neptuno-Mercurio, pasando de estar en el “limbo” a ser el
más organizado y minucioso, aunque siempre permanece en la humildad. Desde Aries surge el héroe, el corazón despierta, pero mantiene bien el rumbo de su camino de vida, Nodo Norte en Libra en la casa del servicio, la VI.
Una película para disfrutar no sólo de unos minutos de
entretenimiento y evasión, sino para degustar de manera liviana toda la profundidad
de unas vivencias ambientadas durante la II Guerra Mundial, el factor humano es
lo más importante, y uno de los mensajes es el poder superar cualquier complejo adquirido durante la infancia en relación a las figuras del padre o de la madre, en relación al clan (Quirón conjunción Luna). En el año del estreno de la película, y sin entrar en su
vida personal, por tránsito Urano estaba en cuadratura al regente de su signo
solar, con Marte –conflicto bélico y definición de un héroe por las aguas (Casa XII y activo por la oposición entre dos signos del eje mutable, Virgo-Piscis).
Robert Walker no tuvo la suerte de poder aparecer en numerosas buenas
películas de cine, así que rebuscando también sorprende en “Ataque al carro blindado”, en la
que una vez más es un joven, borrachín, que le contratan porque maneja
explosivos. Vemos otra vez la influencia del eje Virgo-Piscis (y en la Casa XII
tiene 4 planetas nada menos) y de Plutón, parece pusilánime y que vive evadido
o “en las nubes”, pero es el que al final realiza las hazañas más peligrosas
por su contacto directo e inmediato con la muerte. En 1966, año en que se
estrena la película, Saturno está en trígono a su Luna natal, y a Mercurio le
contactan Júpiter y Saturno, es con sus hábiles manos y sus conocimientos que
tiene que realizar su trabajo.
Al final, la orientación de sus planetas en el sector
oriental nos habla por sí solo: “yo por mí mismo” es su lema, a la hora de la
verdad, nada le detiene, y menos los que parecían más listos, más fuertes y maduros.
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