Betula Alba, álamo blanco.
Es
un árbol que crece en terrenos ricos en agua. La infusión de sus hojas nos
ofrece efectos diuréticos, actúa de manera suave y sin dañar a los riñones,
sólo extrae del cuerpo la cantidad de agua que se encuentra estancada. También
puede disolver las arenillas de la vejiga y de los riñones.
La
corteza de abedul se puede utilizar para limpiar la piel y sanar los eccemas,
la dermatitis secas y escamosas, estimula el cambio celular y combate el
prurito y para cuidados capilares remediando la caspa, algo que ya conocía el
pueblo celta; también sirve para sanar enfermedades tales como el reuma y la
gota. Facilita limpiar la sangre de exceso de grasa o de ácidos. Se utiliza
para los tratamientos dirigidos a reducir la celulitis y a combatir la
obesidad.
Este
árbol es considerado como el de la sabiduría y la iluminación. Se le reconoce
por su tronco blanco plateado con fisuras verdes. Su tronco posee belleza y
elegancia, la corteza es cada vez más pura al acercarse a la copa.
Entre
los pueblos rusos simboliza la primavera. Para los celtas rige la renovación
del Sol, era un árbol muy admirado pues después del largo invierno el brotar de
sus hojas anunciaba la primavera, de hecho los pueblos Escandinavos lo
utilizaban de orientación para comenzar la siembra.
Según
el calendario de los árboles de Robert Graves es uno de los que corresponden al
signo de TAURO.
Astrológicamente
lo asociamos tanto al Sol como a la Luna, también a Venus, planeta que gobierna al signo de Tauro.
El
abedul está relacionado con el cuarto Chakra, el del corazón.
Para
los chamanes siberianos era el guardián de la puerta que conduce a un estado de
conciencia superior a través del cual podían acceder a la morada de los dioses
para regresar a la tribu con dones de curación.
El
abedul es un árbol que creció en las tierras del hemisferio norte, en Islandia,
Groenlandia, Gran Bretaña. Actualmente hay en el mundo unas 60 especies diferentes
de abedul.
Su
vida puede llegar hasta los 100 años y su altura suele ser de unos 25 metros.
Sus raíces son poco profundas y mediante ellas este árbol drena la humedad del terreno donde crece con lo cual asegura unas
condiciones óptimas para que puedan crecer otras especies, normalmente el roble
y la haya.
Su
corteza es impermeable y prácticamente incorruptible, los indios de América del
Norte fabricaban con ella sus canoas.
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