Observemos un
nenúfar. Sus colores rosados, amarillos, púrpuras, blancos, azulados; sus hojas
flotantes, sus pétalos de forma estrellada... Estrellas que nos trasladan a la
cúpula de nuestro bello planeta, al cielo, a las estrellas, a los planetas, a
nuestro sistema solar, a mi carta astral, a tu carta astral. A mi propio cielo
interior, a tu propio cielo interior. Meditar, reflexionar, interiorizar,
armonizar, sanar, equilibrar.
Elijo esta
planta acuática inspirada por la energía del signo de Piscis ya que están
transitando por este signo Neptuno y Venus en conjunción actualmente; y también
ya en conjunción el Sol, Mercurio y Marte; y Quirón. 6 planetas en el signo de
Agua de Piscis me inspiran meditación en estas plantas acuáticas que requieren
aguas bastantes limpias para su expansión y crecimiento continuo.
Es una planta de
raíces delicadas, como las energías de Piscis y su regente, el planeta Neptuno,
que están vinculadas al Cielo, al éter, al mundo sutil, a la Luz , a la espiritualidad. Es
una planta que requiere absolutamente de luz, busca el Sol de manera que pueda
ofrecernos sus bellas y esplendorosas flores.
El Alma humana
también aspira a la Luz ,
desde las profundidades de su inconsciente animal primitivo aspira a alcanzar
el estado más elevado que le asigna el plan cósmico.
Como nos decía
el astrólogo Charles E. Vouga*, la única función de los planetas -con sus
energías arquetípicas- es contribuir a esta realización suprema, y Neptuno
representa su cima según transitamos por los diferentes ciclos.
El punto de
partida en ascensión hacia la cima lo tenemos en la base, y aquí el planeta
Plutón juega un rol importante. Gracias a su energía conseguimos que nuestra
conciencia libere y transforme los elementos insumisos, los instintos
anárquicos, salvajes que se esconden en las aguas más sombrías de nuestro
inconsciente. Una vez que la voluntad es advertida con la precisión adecuada
podrá tomar el control.
La evolución
tiene su punto de partida en Plutón y se eleva hasta Neptuno, el Amor. Plutón
es nuestro pasado, nuestra naturaleza inferior, Neptuno nos anuncia nuestro
futuro más elevado.
Cada planeta,
cada energía es una función particular de un Todo, un conjunto, una Unidad.
Plutón también contribuye en esta Unidad en la cual es imprescindible.
Las raíces, la
base -Plutón- requieren de cuidados, como en el nenúfar, el trabajo sobre el
Inconsciente, nuestros traumas, lo negado, lo escondido, lo rechazado, los
sótanos, los sumideros, los secretos. El trabajo de Amor de Neptuno, mantener
esta corriente entre los dos polos, la solidaridad existente entre el Cielo y la Tierra , permiten que
florezcan y emerjan a la superficie bebiendo la luz del Sol, las más bellas
flores que brotan de la ascensión y evolución de nuestras almas.
(*Astrologie Experimentale, de Charles E. Vouga.)
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