Es muy amplio y minucioso dar “recetas” acerca de
cómo va influyendo Júpiter por tránsito y progresión tanto en los planetas de
nuestra carta astral, en los planetas progresados como en las diferentes casas
del tema natal. De todos modos hay ya libros suficientes que han dedicado parte
del contenido a mostrar sugerencias a este respecto. Lo más importante es tanto
lo concreto (cada persona en particular) como lo sutil, y para ello habría que
ver el caso de cada persona con su carta natal, las progresiones y los
tránsitos delante. No obstante, vamos a dar algunas sugerencias para que cada
uno pueda ir vislumbrando un poquito por dónde va Júpiter al llegar a un
planeta o a una casa en concreto.
Para que todos podamos inspirarnos y recibir alguna
visión, alguna intuición a este respecto, es preferible concentrarse en lo que
simboliza Júpiter e ir aplicándolo tanto a las casas como a los planetas que
aspectará, teniendo en cuenta cómo se encuentran estos planetas natales –aspectos,
figuras, regencias, situación por casa, etc.
También miremos en qué fase respecto a su propio
ciclo, revolución o retorno, está teniendo Júpiter en tránsito (conjunción,
cuarto creciente, oposición, cuarto menguante), esto es un matiz, pero en la
consulta conviene tener presente una visión
de conjunto amplia (algo también de Júpiter, ¡guiñó travieso del planeta! Y
es que quiere estar en todas partes –sonrisas-).
Por otra parte, para utilizar esta energía que nos
llega “jupiterina”, también la asociamos a protección, habremos de utilizar nuestra voluntad y organizarnos para aprovecharla, pero sobre todo habremos
de utilizar imágenes evocadoras para
nosotros, y el lenguaje va a ser muy importante porque nuestro subconsciente
tiene mucho poder con todo lo que almacenamos en él, y algunos contenidos
podrían frenar o contrarrestar a Júpiter, lo mismo que lo potencian. Vaya,
parecía que con Júpiter no era así, pero tenemos que seguir poniendo atención y
cuidado, sí, es mejor que llevemos las riendas nosotros, al fin y al cabo
nuestras almas tienen su experiencia y sabiduría para aprovechar este momento “jupiterino”.
¿Por qué? Es muy sencillo y aún estamos todos “atrapados”
en ello, pero con ánimo de ir cambiando, poniendo nuestra atención en el día a
día a nosotros mismos, a lo que estamos pensando y sintiendo, pero sobre todo a
nuestros pensamientos que con ellos nos provocamos estados de ánimos. Como
decía recientemente respecto a Júpiter, su asociación con el águila nos recuerda la “visión”, hemos de remontar el
vuelo, subir alto, para observar nuestra realidad y a nosotros mismos con
distancia suficiente, con desapego, ecuanimidad, neutralidad, calma y así poder
ser creativos para modelarla, y modelarnos.
Con Júpiter vienen oportunidades, lo que llamamos
suerte, fortuna, alegría, expansión, crecimiento, optimismo, porque es una
energía que “amplifica”, expande. Con Júpiter nos entusiasmamos y sentimos
generosos, para el Sol es muy agradable, siempre y cuando nos encuentre en
estado receptivo, serenos, porque enfadados, figúrense, precisamente Júpiter
está vinculado al hígado y siempre lo asociamos a cólera, ira, enfado, sobre
todo cuando se viste de juez en vez de transigente, excesivamente autoritario.
Y esto nos lleva de nuevo a recordar la Mitología asociada con este planeta, a
recordar los arquetipos representados por Zeus. Decíamos, para retomar el hilo,
que cuando llega se encuentra con lo que tengamos, tanto nuestros pensamientos,
emociones, actos y decisiones. ¿Qué quiero decir? Que podemos ver como Júpiter
entra en la Casa de la salud (la VI), o en el Ascendente, pero nos empezamos a
sentir mal, a padecer una cosa u otra. “Vaya –nos decimos-, no tengo mucha
suerte con Júpiter como se decía”. Bien, bien, esto como cuando llega un invitado,
a veces avisan, otras no, y aún teniendo la cita apuntada están los
imprevistos. Así que llegará a nuestra casa y se encontrará lo mejor que
hayamos conseguido preparar. Si Júpiter llega a la Casa VI, o al Ascendente,
pero no nos hemos cuidado lo suficiente, en la dieta, el descanso, tal vez nos
ponemos enfermitos, y seguramente tendremos ayudas, nos diremos qué menos mal y
qué bien, y espero que “gracias”. Pero ya vimos que por llegar Júpiter allí de
repente tal vez no es todo tan mágico e ideal como prometía serlo. Vamos a
tener que ayudar nosotros.
También está al que se le dice que va a tener suerte
y pone toda su resistencia inconsciente para que sea al revés, es un adicto al
sufrimiento y al dolor, tiene muy asumido que es una “víctima” y, efectivamente,
con Júpiter todo se magnifica y puede resultar que se viven unas experiencias
difíciles. Pero, ¿acaso no es para lo que uno se programa en ese caso?. ¡No nos
íbamos a fallar a nosotros mismos! Nos gusta mucho decir aquello de: “ya lo
sabía yo”.
Entonces, habremos de hacer cambios y no estar tan
pasivos dejando la vida pasar. La suerte llama y hay que ir a abrirle la
puerta. ¡Emprendamos el viaje hasta la puerta! De esto también trata Júpiter,
de viajes, de aprendizajes filosóficos, religiosos, universitarios. Pero hemos
de “abrir”, abrir nuestras mentes para integrar lo nuevo, puesto que rige las
culturas y civilizaciones lejanas y ajenas a la nuestra, cada uno del lugar
donde haya nacido. Con Júpiter, llega la apertura.
Ya vamos viendo entonces que tenemos que tener
educada a nuestra Luna, que representa la fantasía y la imaginación, el niño
interior; a nuestro Marte, dispuesto a la acción, es motor, energía; a nuestro
Sol, que representa la voluntad y la conciencia con un propósito, es nuestro
propósito de vivir lúcidos; y apoyarnos en Saturno que nos aporta rigor,
disciplina, realismo, pragmatismo, conciencia de los límites; utilizar a Urano
para poder hacer cambios y reformas, pero sin ser drásticos y exagerados; a
Neptuno para estar siempre conectados al Corazón de la Vida del Universo, al
Amor y la Luz que guía nuestro corazón; a Plutón para llegar a lo esencial y transformar
lo que ya no sirve; y revisemos nuestros valores y deseos desde la posición de
Venus para retocarlo todo adecuadamente, con gracia, gusto y estilo, con
belleza, y que no falte el placer.
Así que primero vamos a ver cómo tenemos la casa por
dentro, nuestro interior, nuestros pensamientos, nuestras emociones, y cómo
está nuestro cuerpo. Y también social y/o profesionalmente ocurre lo mismo,
cómo estamos llevando y gestionando lo económico, nuestras relaciones ya sea
con los hijos o con los jefes, cómo nos organizamos en los estudios, cómo administramos
nuestra economía. Según como estén las cosas vamos a encontrarnos por una parte
oportunidades para mejorar, pero también podremos sentir todo lo mal que tenemos
nuestros asuntos concretos, y además amplificado. Pero no todo está perdido,
ahora no, con Júpiter podremos progresar y mejorar poniendo atención y pasando
a la acción, adaptándonos si es necesario, perseverando, según sea el caso, las
opciones son múltiples. ¡El mundo está en tus manos! Somos también arquitectos
en esta obra del Universo colaborando con el gran Creador. Al menos cada uno de
su propio y exclusivo mundo, su existencia. Claro que en la trama de la vida
nos vamos encontrando y nuestras vidas se entretejen misteriosamente, como si
siguiéramos algunas pautas que ya planeamos antes de venir aquí. ¿Verdad que
muchos lo sentimos así?. No deja de haber sorpresas a la vez que seguimos leyes
y un orden natural. ¡Tal como le gusta a Júpiter peregrinando complacido por
Libra!
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